El presidente de EEUU, Donald Trump, publicó este lunes su segundo plan presupuestario, que incluye 200 mil millones para gastos de infraestructura, más de 23 mil millones para la seguridad fronteriza y 716 mil millones en gastos en programas militares y para mantener el arsenal nuclear de EEUU.
¿Donald Trump está perdiendo la "guerra" contra los migrantes?
Publicado: 22 nov 2018 15:45 GMT | Última actualización: 22 nov 2018 18:17 GMT
La falta de recursos para el muro entre México y EE.UU, y la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, con hispanos e indígenas en puestos de elección popular, son algunas de las 'piedras' en el camino de Trump.
El presidente estadounidense, Donald Trump, revisa los prototipos del muro fronterizo en San Diego, California, el 13 de marzo de 2018.
Mandel Ngan / AFP
La 'guerra' que Donald Trump ha declarado a los migrantes ha tenido más batallas perdidas que victorias estratégicas.
En primer lugar, la obtención de recursos para financiar el muro entre México y EE.UU. tiene una traba difícil de sortear, luego de que los demócratas arrebataran el control de la Cámara de Representantes a los republicanos en las recientes elecciones de medio término. En segunda instancia, porque tras esos comicios, representantes de origen hispano e indígena ocupan varias curules.
En los dos años que Trump lleva al frente de la Casa Blanca, la construcción del muro —una de sus principales promesas de campaña— no ha prosperado ni en la Cámara de Senadores ni en la de Representantes, y el 7 de diciembre próximo es decisivo, pues es la fecha límite para llegar a un acuerdo sobre el programa de financiación.
La Administración Trump mantiene su plan de solicitar 18.000 millones de dólares al Congreso para la construcción de un total de 1.155 kilómetros de barreras físicas en la frontera con México, con base en declaraciones de funcionarios del Departamento de Seguridad Interna (DHS).
Integrantes de la caravana migrante proveniente de Centroamérica, que intentan llegar a EE.UU. se reúnen cerca de la frontera en Tijuana, México, el 15 de noviembre de 2018. / Adrees Latif / Reuters
La aprobación de los recursos necesarios para construir el muro está trabado entre demócratas y republicanos, "no porque no estén interesados en frenar la migración, sino por la forma en que Trump ha manejado la situación, de manera muy agresiva, que busca humillar a México", explica Laura del Alizal Arriaga, investigadora y profesora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
"Y esto me parece que los demócratas no lo van a aprobar, sería además darle un golpe decisivo a una de las principales promesas de Trump en campaña", agrega la catedrática.
Ni siquiera con mayoría en las dos cámaras del Congreso Trump consiguió el monto requerido y, hasta ahora, su única salida es convencer a los que se oponen a la construcción para que liberen los recursos.
¿Cierre del Gobierno federal?
Hasta el domingo pasado, el proyecto seguía paralizado. El presidente estadounidense, incluso, amenazó con decretar el cierre del Gobierno federal si no se alcanza un acuerdo con los demócratas sobre la cuestión de la financiación de la construcción del muro en la frontera con México.
"Ahora existen menos probabilidades de éxito a causa de la mayoría demócrata en la Cámara baja", manifestó la experta en temas de política exterior.
"Tienen que aprobar el presupuesto antes del 8 de diciembre, que se vencen los últimos recursos, para que el Gobierno siga operando con el presupuesto actual. Están sobre la fecha límite y tendría que ser una negociación muy rápida (…) Dada la magnitud de los recursos que (Trump) requiere, lo que podríamos ver es que el Congreso le aprobara menos, pero que fueran destinados a seguir protegiendo y reforzando la frontera", considera Alizal Arriaga.
En ello coincide José Luis León Manríquez, profesor de Estudios Internacionales por la UAM y doctor en Ciencia Política por la Universidad de Columbia, quien estima que ahora existen posibilidades de que se pueda frenar el muro, al menos presupuestalmente, así como evitar un agudizamiento en las medidas de contención en la franja limítrofe ordenadas por Trump, mediante una aprobación de recursos.
"Pesadilla temporal"
Las elecciones intermedias del 6 de noviembre pasado también llevaron al poder a grupos minoritarios, como hispanos, indígenas y homosexuales, lo que también podría funcionar como barrera para la mayoría republicana en la Cámara baja de EE.UU. y, con ello, al ejercicio del poder del presidente Donald Trump.
Migrantes de la caravana en su ruta hacia EE.UU., Mexicali, México, 20 de noviembre de 2018. / Hannah McKay / Reuters
"[Los triunfos de las minorías] son una buena noticia para México y colocan como una pesadilla temporal la amenaza de una contrarrevolución nacionalista, proteccionista y conservadora, en particular por la presencia de representantes de origen hispano e indígena, entre otros, en puestos de elección popular", señala León Manríquez.
Sin embargo, Del Alizal Arriaga advierte que la comunidad hispana no podría esperar de manera inmediata un apoyo directo a sus demandas, aunque "las minorías están adquiriendo más importancia después de ser tan denostadas y se experimentará un mayor respeto en cuanto a las posturas de esos grupos".
La caravana migrante, explica la experta, podría ser utilizada por Trump para tratar de disuadir al Congreso de que liberen los recursos y convencerlos de la necesidad de la aprobación del muro. "Podría justificar diciendo 'miren a estos señores, están ahí brincando encima de la reja por alta que esté', eso le daría argumentos para tratar de convencer a los demócratas".
Y es que el presidente estadounidense ha sido claro sobre lo que piensa de la caravana: ha amenazado con dispararles si lanzaban piedras, aunque luego reculó, y ayer la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kirstjen Nielsen, advirtió en plena frontera con México que quienes intenten ingresar ilegalmente a su país no tendrán derecho a solicitar asilo o refugio; apenas un día después de que un juez federal prohibiera a la Administración de Donald Trump denegar el asilo a los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera con México.
Un atisbo de esperanza
"Por un lado, Trump es un presidente sumamente impopular, sin embargo, la gente no está a disgusto, los resultados de las elecciones nos dejaron ver que los demócratas no arrasaron como se preveía; el electorado está muy conservador y, además, la economía estadounidense va bien, le otorgan una cierta confianza de que no está haciendo las cosas tan mal", reflexiona Del Alizal.
Aunque, destaca, las propuestas que realice el presidente Trump de ahora en adelante "se encontrarán con diversas trabas y habrá mucha mayor resistencia, aunque esto todavía no es suficiente para modificar radicalmente la política estadounidense, ya que los poderes políticos, a pesar de todo, continúan manteniendo un equilibrio".
El reloj sigue corriendo para el Congreso de EE.UU, el cual además tendrá que discutir, por ejemplo, sobre los fondos de ayuda federal para la recuperación de Puerto Rico tras el paso del huracán María, poco más de un año atrás.
La aprobación del presupuesto es la forma de control que tiene el Congreso estadounidense sobre la política exterior, por lo que es posible que la construcción del muro en esta Administración no se logre, dice la especialista. Pero a pesar de su esperanza, asoma una inquietud mayúscula: "el problema es que Trump está apuntando hacia la reelección".