El líder ruso destacó la "larga amistad" entre los tres países, que podrían trabajar juntos para "proteger los principios de una competencia justa" en el comercio, entre otros aspectos.
De izquierda a derecha: Vladímir Putin, Xi Jinping y Narendra Modi, en la cumbre de los BRICS en Xiamen, China, 2017.
El presidente ruso Vladímir Putin contó que durante sus vacaciones en Siberia tuvo un cara a cara con unos osos.
La historia la reveló durante la ceremonia de entrega de los premios de la Sociedad Geográfica Rusa (RGO, por sus siglas en ruso), celebrada anualmente en el Kremlin de Moscú. El mandatario ruso preside el Consejo de Patronato de la RGO, una de las sociedades científicas más antiguas del mundo que ha organizado expediciones y juega un papel importante la exploración de Siberia, Asia Central, el Lejano Oriente y el Pacífico.
Durante la ceremonia, Putin agradeció el trabajo de los investigadores de la RGO y elogió su dedicación y entrega a la hora de cuidar de la naturaleza. También contó una curiosa historia sucedida durante sus vacaciones en las tierras silvestres de la región rusa de Tuvá, en Siberia Central.
"Yo estuve en esas tierras y me percaté que habían osos por aquí, osos por allá. Cuando comenzaron a acercarse por una de las direcciones creímos que era tiempo de movernos de ahí. Pero los chicos vivieron allí durante siete meses, muy cerca de ellos", contó Putin refiriéndose a los jóvenes investigadores que trabajan en los parajes silvestres de Rusia.
El presidente describió el trabajo de los geógrafos como fascinante, que requiere no solo dedicación, sino también mucho valor. Ese trabajo "nos permite entender quiénes somos y a dónde vamos", afirmó el mandatario.
"Nos permite ser más fuertes por dentro. Eso es muy importante, y es uno de los elementos clave de nuestra identidad nacional ", dijo Putin.
Vladímir Putin no es ajeno al cuidado de la vida silvestre. En sus vacaciones y viajes de trabajo por el interior del país, a menudo realiza visitas a las tierras más remotas de Rusia. El mandatario ruso es, además, uno de los promotores del programa de salvación del tigre siberiano, organizado conjuntamente por la RGO, la Academia de Ciencias de Rusia y con apoyo del Kremlin.
A lo largo de los años, Rusia ha salido victoriosa de la mayoría de los conflictos geopolíticos internacionales. La razón de esto es la excelente educación del presidente ruso, Vladímir Putin, escribe el periódico francés Le Figaro.
De acuerdo con el medio galo, la comprensión de Putin de la geografía, su conocimiento del mapa político del planeta y de las características principales de cada Estado y su pueblo desempeñan un papel importante en el éxito de Rusia en el ámbito internacional.
Como ejemplo, el periódico recuerda el día en que Putin interrumpió el discurso del ministro de Agricultura de Rusia, Alexandr Tkachiov, en el que sugería suministrar carne de cerdo a Indonesia. El mandatario ruso inmediatamente corrigió al funcionario y le recordó que Indonesia es un país musulmán y los musulmanes no consumen cerdo.
A diferencia de otros líderes mundiales, Putin es consciente de las diferencias culturales, "tiene una muy buena visión del mundo y comprensión de las mentalidades dominantes en los principales Estados del planeta". A diferencia de sus homólogos occidentales, el presidente ruso nunca parte de la premisa de que otros líderes piensan de la misma manera que él, pues es consciente de las diferencias culturales en la educación y la mentalidad de las otras naciones, señala el medio.
Por otro lado, subraya Le Figaro, desde hace muchos años, los líderes occidentales que se oponen a Putin no entienden absolutamente nada de las cuestiones geográficas. Nicolas Sarkozy y George Bush, por ejemplo, no sabían la diferencia entre chiíes y suníes al comienzo de sus mandatos presidenciales, lo que llevó a un desastre en sus políticas en Oriente Medio. Lo mismo ocurre con los líderes actuales. El presidente estadounidense, Donald Trump, confunde Austria con Australia, mientras su homólogo francés, Emmanuel Macron, cree que la Guayana Francesa, una región de Francia en el norte de América del Sur, es una isla, agrega el periódico.
La falta de conocimiento geográfico del liderazgo occidental lleva a un malentendido completo de las principales cuestiones geoestratégicas internacionales. Como ejemplo, Le Figaro cita el hecho de que en Mali los islamistas se consideraban oponentes de los intereses franceses, pero en Siria se consideraban aliados contra el presidente sirio, Bashar Asad.
La razón de esto, como señala el medio, son los sistemas educativos de los países occidentales. En Estados Unidos, la geografía no está incluida en el currículo escolar obligatorio de los centros de enseñanza secundaria; en las instituciones educativas francesas tampoco se dedica mucho tiempo a la disciplina. La segunda razón es la completa falta de interés de muchos líderes occidentales, los cuales se ocupan solo de "cuestiones económicas y financieras o incluso de temas más inútiles".
Por lo tanto, los países de Occidente no tienen una estrategia clara a largo plazo que les permita comprender quiénes son los enemigos y los amigos, qué países no se debe desestabilizar para mantener la paz en todo el mundo y cuál es la verdadera relación de poder entre los Estados. Esto lleva a muchos errores geopolíticos, por los cuales el mundo entero termina pagando, como, por ejemplo, el surgimiento del autodenominado Estado Islámico —organización terrorista proscrita en Rusia y otros países— como consecuencia de la destrucción de Irak por parte de los estadounidenses en 2003 y del apoyo de los rebeldes armados en Siria.
Y pese a que considera que los países occidentales son más fuertes en términos de recursos políticos, económicos y militares, el medio destaca que Rusia, con su estrategia clara en todas las regiones del mundo, emerge constantemente victoriosa de la mayoría de los conflictos mundiales.
Tradicionalmente los políticos anglosajones se consideran a sí mismos como expertos en geopolítica. Sin embargo, los recientes éxitos de Rusia en la política exterior señalan que Vladímir Putin les ha ganado la partida en su propio campo de batalla. ¿Cómo lo ha conseguido?
Rusia le debe todos sus éxitos a Vladímir Putin porque conoce muy bien la geografía, afirma el científico francés Laurent Chalard.
Según él, en la última década Rusia ha salido ganadora en la mayor parte de los conflictos geopolíticos gracias al hecho de que su mandatario entiende muy bien la geografía, tiene vastos conocimientos del mapa político y las características propias de cada país.
"En comparación con sus colegas occidentales, Putin nunca parte del principio de que otros líderes piensan como él: entiende perfectamente la diferencia en la educación y en la manera de pensar vinculada con la cultura", escribe el autor para el periódico galo Le Figaro.
En su artículo Chalard también critica a la gente que se opone a un "estratega tan hábil" como Putin.
"Los pocos conocimientos de las autoridades occidentales en materia de geografía contribuyen a que no entiendan completamente los problemas geoestratégicos clave y sean completamente incapaces de resistir a los grupos económicos de presión que están en cada ministerio. Estos grupos no defienden los intereses de la nación a largo plazo, sino que persiguen sus propios intereses a corto plazo", enfatiza.
De esta manera los países occidentales no disponen de una estrategia duradera que les aclare quiénes son sus enemigos y quiénes sus amigos, qué países no deben desequilibrar para poder preservar la paz en todo el mundo y cuál es el balance real de fuerzas entre los Estados, opina el autor.
"Todo eso conduce a un gran número de errores geopolíticos por los cuales tenemos que pagar", concluye el analista.
Sin embargo, el periodista ruso Piotr Akópov en su artículo para la revista rusa Vzglyad opina que algunas estimaciones y ejemplos de Chalard son ingenuos y falsos. Por ejemplo, relacionar el éxito de Rusia con el Brexit y las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU.
"Es ridículo pensar que Rusia influyó en los resultados de las elecciones en los países anglosajones. (…) Las causas de la actual situación que se vive en los países occidentales son puramente internas. El correcto entendimiento de estos problemas solo le ofrece a Rusia y a Putin la fuerza y la ventaja en el conflicto con Occidente: sabemos lo que está pasando dentro de sus Estados, vemos los que una gran parte de las élites occidentales no quiere notar ni reconocer", escribe el columnista.
Akópov reconoce que Chalard tiene razón en una cosa: Putin de verdad le da un alto crédito a la geografía. En Occidente también existen muchas escuelas científicas e investigaciones fundamentales que se llevan a cabo en este ámbito. Sin embargo, los políticos occidentales no tienen habilidad para aplicar estos conocimientos en la práctica, en la política exterior y en la lucha geopolítica, apunta.
"Los países occidentales perdieron su soberanía, los europeos la perdieron a favor de la OTAN y su unidad con EEUU y el Reino Unido. Sin soberanía ningún conocimiento de geografía puede ayudar", recalca el autor del artículo.
El periodista ruso considera que en el Reino Unido y EEUU los expertos en "el juego geopolítico" tropiezan con un obstáculo inquebrantable: el dominio de globalistas primitivos e iliteratos en la cúpula superior del poder.
"Es decir, el dominio de las personalidades que seriamente han creído en la barbaridad acerca del fin de la historia y de la victoria definitiva de la civilización occidental", explica Akópov.
Otro factor que diferencia a Putin de sus colegas anglosajones y que explica sus éxitos geopolíticos en la arena internacional, según Akópov, es el hecho de que el mandatario no apuesta por el principio de "divide y vencerás". Según el periodista ruso, el Reino Unido y EEUU se benefician de las discrepancias, incitan y amenazan a otros países en busca de poner bajo su control a todas las partes involucradas en un conflicto.
"Sin embargo, esta estrategia funciona solo con los sujetos débiles y que no entienden nada, sus métodos son incapaces de doblegar a un jugador fuerte y sabio como, por ejemplo, Irán. Rusia, al contrario, trata de colaborar con todos a la vez, no apuesta a las debilidades de sus socios sino a sus intereses y peculiaridades", concluye