Este 30 diciembre se cumplen 96 años de la creación de la URSS, el país que tenía como meta realizar el experimento social más trascendental en la historia de Rusia: la construcción del comunismo. El enorme esfuerzo se realizó por aire, mar, tierra e incluso fuego.
El arduo trabajo, con el objetivo de remodelar el vetusto sistema que había dejado el caído Imperio ruso, comenzó justo después del nacimiento de la patria socialista.
El inicio de la nueva era fue marcado por el surgimiento de numerosos proyectos que vislumbraron las autoridades del país recién nacido.
Sputnik recuerda las páginas menos conocidas de los logros de la Unión Soviética.
Poder de la tierra
El nuevo Gobierno soviético aprovechó cada centímetro de tierra, especialmente, en las ciudades. Así vio la luz el ambicioso plan para dar un nuevo sentido al concepto de ciudad.
Empezaron a construirse bloques de apartamentos que proveyeron con nuevos hogares a millones de habitantes del país. Incluso fueron más allá y levantaron rascacielos, tanto residenciales como para establecimientos administrativos.
Los más conocidos, quizá, sean las 'Siete hermanas' de Moscú, construidas en la época de Iósif Stalin. Muy pocos saben que estaba planificada la construcción de la 'octava hermana', pensada para ser el edificio más alto de su tiempo.
Se trata del Palacio de los Soviets. Este enorme edificio iba a tener 420 metros de altura y estaría coronado con una enorme estatua del fundador de la URSS, Vladímir Lenin. La idea de construir un palacio en el lugar donde está la Catedral de Cristo Salvador surgió en 1922.
La construcción arrancó a principios de los años 1930 y continuó hasta que el Gobierno de la URSS tuvo que suspender la obra por la invasión nazi.
El proyecto congelado nunca volvió a ser reanudado porque, tras el fin de la guerra, una parte considerable del país estaba en ruinas. De ahí que las autoridades se centraron en su restauración.
Después de la muerte de Stalin, el nuevo Gobierno lanzó una campaña contra las extravagancias en la arquitectura, lo que puso fin a la idea del Palacio de los Soviets.
Piscina al aire libre en lugar de la Catedral de Cristo Salvador
Como consecuencia, se creó una enorme piscina al aire libre que existió hasta 1994, año en que empezaron las obras de reconstrucción de la Catedral de Cristo Salvador.
El avance de la URSS transcurría también bajo la tierra, las autoridades del país comunista lograron crear el metro de Moscú. Luego, crearon otros sistemas de transporte de este tipo en otras ciudades de la URSS, que están operativos hasta hoy.
Pero estos pueden palidecer en comparación con la secreta red subterránea que las autoridades del país comunista supuestamente crearon para poder refugiarse en caso de un ataque, incluso nuclear.
Algunos entusiastas la apodaron Metro-2. Se rumorea que el sistema consiste, entre otras cosas, de una 'ciudad subterránea' capaz de albergar a unos 15.000 habitantes por 30 años.
La URSS también se ocupaba del desarrollo de la infraestructura fluvial. En la época soviética se construyeron numerosas centrales hidroeléctricas para proveer con energía a las ciudades que venían creciendo a una velocidad muy alta.
Una de las más famosas es la represa del río Dniéper, ubicada en el sur de Ucrania, que en realidad forma parte de un sistema complejo de centrales hidroeléctricas instaladas a lo largo de su caudal.
Construcción de una represa en la URSS (imagen referencial)
Además, la época de la URSS fue marcada por la construcción de numerosos canales, en particular, el Moscova-Volga, el mar Blanco-Báltico y el Volga-Don.
Gracias a la construcción de estos canales, Moscú pasó a ser conocida como el 'Puerto de los cinco mares'. De esta manera la ciudad se conectó con los mares Negro, Báltico, Caspio, de Azov y Blanco.
Dentro de la ciudad, Moscú también se haría con numerosos canales, así lo preveía en plan de construcción del canal Moscova-Volga.
La propuesta era vincular directamente las curvas del río Moscova para facilitar y acelerar la navegación en la capital del país. Esto también iba a mejorar la situación del abastecimiento de agua en la urbe.
La Unión Soviética, entre otras cosas, continuó con la exploración de la Ruta marítima del Norte, que une el Atlántico con el océano Pacífico a lo largo de las costas de Rusia y que había sido descubierta en los tiempos del Imperio ruso.
El momento clave en la exploración de esta ruta fue la introducción en 1959 del primer rompehielos nuclear, Lenin.
En las décadas siguientes, la URSS construyó otras embarcaciones de este tipo. Entre ellas, el rompehielos Arktika, que entró en servicio en 1972 y después se convirtió en la primera nave de superficie en alcanzar el Polo Norte.
Los canales y la exploración de las rutas marítimas parecen insignificantes en comparación con el grandioso proyecto hidrológico que iba a ser realizado en Siberia y Asia Central.
El Gobierno de la URSS tenía un plan para desviar el caudal de varios ríos siberianos y redirigirlos a las zonas de Asia Central que sufrían de la falta de agua.
Este plan de irrigación iba a mejorar la situación en Kazajistán y Uzbekistán. En particular, se preveía que el nuevo canal tendría una longitud de 2.550 kilómetros y uniría los ríos Obi e Irtish con el mar de Aral. Lamentablemente, el plan nunca llegó a ser realizado por completo.
La finalización del proyecto volvió a ser planteada en varias ocasiones después de la disolución de la URSS, pero por ahora no se concretó.
Dominar el aire
La URSS heredó una pequeña flotilla de aeronaves del Imperio ruso, por lo cual en la primera etapa de su existencia no contaba con un sector aeronáutico desarrollado. Con el objetivo de impulsar la flota aérea civil en la Unión Soviética, se creó la sociedad anónima Dobrolet.
Según algunas fuentes, la idea de crear la organización perteneció a uno de los líderes de los bolcheviques, León Trotski. Dicha sociedad existió entre 1923 y 1932, cuando fue reorganizada en una nueva aerolínea.
Esta recibió el nombre Aerofloty con el paso de tiempo se convirtió en la aerolínea más grande del mundo. Permaneció así hasta la desintegración del país comunista en 1991. Hoy en día, Aeroflot sigue operando y realiza vuelos tanto dentro de Rusia como a destinos internacionales.
Uno de los proyectos más extraordinarios vinculados con la aviación era la creación de ekranoplanos, vehículos similares a aviones que aprovechan el efecto 'colchón de aire' que se produce mientras vuelan a una altura muy baja.
La ventaja principal de este tipo de aeronaves militares era la posibilidad de volar 'por debajo de los radares' para acercarse a los buques del enemigo y destruirlos. Este proyecto, por desgracia, se descontinuó porque en aquella época el comando militar dio prioridad a otros programas.
Los logros en el espacio aéreo hicieron que el Gobierno de la URSS mirara más allá del atmosfera. El enorme empeño de los científicos y aviadores soviéticos culminó con la victoria del país comunista en la carrera espacial. Uno de los programas prioritarios era el programa lunar soviético.
Como consecuencia, empezó a plantearse la posibilidad de un viaje tripulado a este cuerpo celeste.