EEUU era el segundo proveedor de soja a China. En el 2017, el país norteamericano vendió a Pekín este producto por un valor de 12.000 millones de dólares. China utilizó estas importaciones principalmente para alimentar el ganado, informa la agencia Reuters.
Además, hoy en día la demanda de soja en China es menor de la que había antes, dado que la peste porcina africana diezmó considerablemente sus rebaños de cerdos.
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Aunque Pekín volvió a comprar soja a EEUU a comienzos de diciembre de 2018 después de que ambos países alcanzaran una tregua en su guerra comercial, las importaciones estadounidenses todavía continúan gravándose con las pesadas tarifas arancelarias.
Según el periódico estadounidense The Wall Street Journal, los granjeros estadounidenses están tratando de diversificar sus exportaciones a China. Muchos de ellos intentan vender sus cosechas a otros países de Asia, Europa, Oriente Medio y el norte de África.
"[Esta medida] Está lejos de ser una garantía que funcionará", comentó al medio Jim Sutter, el director ejecutivo del Consejo de Exportación de Soja de EEUU.