Desde agosto, Fidel Castro había organizado una reedición de la invasión de Oriente a Occidente que protagonizaran 62 años antes los generales Antonio Maceo y Máximo Gómez en la lucha contra los españoles.
Además, los dos jefes tenían órdenes precisas de impedir el traslado de refuerzos y tropas enemigas hacia Oriente.
El investigador cubano Froilán González, historiador de la figura del Che en Cuba, contó a Sputnik cómo a partir del 28 de diciembre se desencadenaron los combates.
"Esa fue una importante batalla, no fue la única, pero sí una de las más decisivas que en las últimas horas llevó a la dictadura a un acorralamiento de todo su ejército, el cual estuvo siempre apoyado por Estados Unidos", aseguró González.
Para esta fecha, se habían tomado algunas ciudades y poblados en los alrededores de Santa Clara. Entre ellos Fomento, Cabaiguán, Caibarién, y la ciudad de Yaguajay, que había sido liberada por Camilo Cienfuegos.
"Es decir, que el cerco sobre Santa Clara se iba cerrando día por día. La dictadura de Batista había enviado un tren blindado con militares y armas, rumbo a Oriente, y los rebeldes lo detuvieron en Santa Clara", explicó el historiador.El 29 de diciembre, un tren blindado se descarriló en la ciudad por las acciones de los rebeldes que habían destruido las líneas ferroviarias. Después de un intenso combate, los militares que viajaban en el tren fueron obligados a rendirse, pero la batalla continuó en la ciudad.
"Esta acción cortó a la dictadura la posibilidad de alimentar a aus ejército en las provincias orientales y da la traste con la fuga de Batista el 1 de enero", destacó investigador cubano.
El día 30 se combatía en toda Santa Clara y cayeron en manos rebeldes el Gobierno provincial, el cuartel de infantería, la cárcel y la jefatura de Policía, donde momentos antes de la rendición murió el capitán Roberto Rodríguez, conocido como "el vaquerito" quien era el jefe del "Pelotón Suicida".
Al conocer la noticia, Guevara exclamó: "Me han matado 100 hombres", según recoge la historia de Cuba. En los próximos dos días, los rebeldes tomaron las posiciones más importantes de la ciudad y para el 1 de enero se habían rendido la Audiencia, el Gran Hotel y hasta el aeropuerto, que no fue atacado.
La acción, dirigida por el Che, contó con el apoyo de otras figuras legendarias como el general Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil en la Isla, el general Rogelio Acevedo, quien fue presidente del Instituto de Aeronáutica Civil (IACC) y el general Harry Villegas, entre otros.
A juicio de González, "la trascendencia de esta gesta redefinió a la ciudad de Santa Clara en la historia de Cuba".