Referentes académicos y políticos cubanos hablaron con Sputnik para analizar la actualidad de las premisas, valores y principios de la principal resistencia antiestadounidense de América Latina.
El 1 de enero de 2019 se cumplirán 60 años de la victoria del Ejército Revolucionario cubano y el derrocamiento de la dictadura apoyada por el Gobierno de los Estados Unidos en la Isla caribeña. La revolución, dicen los cubanos, sigue en proceso pero ¿cuál es el alcance político y simbólico de este acontecimiento en un polarizado contexto latinoamericano donde se debaten las alternativas acerca del rumbo a seguir?
"La Revolución cubana es uno de los acontecimientos más importantes de la historia universal. En Latinoamérica y el Caribe, abrió lo que yo llamo un ciclo largo de luchas contra el colonialismo y el imperialismo. Muchos de los acontecimientos posteriores no se pueden explicar sin el triunfo de la revolución", dijo a Sputnik Luis Armando Suárez Salazar, profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales e integrante de la Cátedra de Estudios del Caribe de la Universidad de La Habana, Cuba.
"Las políticas reformistas que en cierto momento ha tratado de impulsar EEUU con relación a América Latina y el Caribe han continuado como parte de su política contra la Revolución cubana. O sea: la Revolución cubana está en el centro, como un hecho no solo cubano sino universal. Quien nos da más dimensión es ese afán constante de los EEUU, contra viento y marea, de tratar de aislar y destruir la Revolución", profundizó el catedrático.
Mientras Cuba recibe el apoyo de la comunidad internacional en su demanda ante Estados Unidos para eliminar el embargo económico que pesa sobre la Isla desde 1962, el triunfo de líderes de derecha como Donald Trump, en el país norteamericano, y Jair Bolsonaro, en Brasil, despiertan el rechazo de grandes partes de la sociedad latinoamericana.
"El 60 aniversario de la Revolución cubana ocurre en un marco histórico muy complejo, muy difícil con el avance del neoliberalismo y el imperialismo en su forma más brutal, diría yo, porque están utilizando golpes de Estado suaves y la mentira", dijo a Sputnik Ramón Labañino Salazar, uno de los cinco cubanos que estuvieron presos en Estados Unidos acusados de espionaje.
"Es increíble, hoy los gobiernos están tomando el poder de manera solapada, engañosa. [En Brasil, por ejemplo,] ponen a Lula preso sin evidencia alguna, hacen trampas judiciales para neutralizar candidatos, no representan a su pueblo sino a la pequeña oligarquía y les interesa poco los derechos humanos", dijo Labañino, hoy vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC).
Labañino Salazar, quien es considerado en Cuba un héroe nacional, fue arrestado en septiembre de 1998 junto con otros cuatro agentes de inteligencia cubana mientras investigaban en Miami el accionar de grupos anticastristas, y fue luego sentenciado a 30 años de prisión. Finalmente, fue liberado en diciembre de 2014.
"Es momento que los movimientos sociales y populares se organicen y levanten en defensa de sus derechos, […] este estado de cosas no puede durar por siempre. Están probando la resistencia del pueblo, el gran gigante, que cuando se levante va a acabar con toda esta situación. Estamos en un proceso de concientización, vamos a retomar América Latina unida", insistió Labañino.
"La reacción de EEUU siempre va a ser dividirnos, entorpecer la integración latinoamericana, acabar con la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños], acabar con nuestros tratados internos, poner gobiernos títeres de extrema derecha. Nosotros tenemos que crear fórmulas [con las] que podamos salvar a nuestros pueblos y dirigirnos nuevamente hacia la hermandad y la sororidad como soñaron [Simón] Bolívar y [José] Martí, con la Revolución cubana como primera trinchera", dijo.
"Este aniversario demuestra que en la fuerza, en la unidad, en la persistencia de las ideas está el triunfo. Es un momento en que, por lógica, la gente mira a Cuba como un faro y como guía que siempre seguirá en la lucha e indicará el camino. Esa es la fórmula, no hay otra", concluyó.
El amanecer del año 1959 en Cuba fue distinto a todos. Tanto que hasta el presente es considerado como el día que cambió la historia para este país del caribe y demostró al mundo la fuerza de la rebeldía popular. Hace 60 años los guerrilleros del movimiento 26 de julio derrotaron a la dictadura y tomaron La Habana comandados por Fidel Castro.
El amanecer del año 1959 en Cuba fue distinto a todos. Tanto que hasta el presente es considerado como el día que cambió la historia para este país del caribe y demostró al mundo la fuerza de la rebeldía popular. Hace 60 años los guerrilleros del movimiento 26 de julio derrotaron a la dictadura y tomaron La Habana comandados por Fidel Castro.
Con actos en varias ciudades y recordatorios en todo el planeta este 1 de enero de 2019 tampoco será uno más. La importancia de aquella gesta es reconocida tanto por sus defensores como sus detractores, y es imposible hacer un relato de la historia de la humanidad sin mencionarla. Entre otras cosas porque sigue viva, tanto como hace seis décadas.
"Esa es la obra de la revolución cubana, que sigue aquí, como una espina clava en la garganta del imperio y un pueblo que se resiste a ser una neocolonia yanqui", declaró a Sputnik Pedro Martínez, subdirector general de Radio Habana.
El periodista —también director de Información en esa misma emisora- reafirmó que el proceso continúa y sigue contando con el apoyo popular, ya que si bien "es un país que tiene muchas cosas que resolver, está inmerso en la aprobación de una nueva Constitución, está inmerso también en perfeccionar su democracia, su socialismo, su economía, pero de ninguna manera volver atrás".
En este sentido asumió que "habrá muchas cosas que rectificar pero no se puede perder memoria histórica y desconocer el sacrificio inmenso no sólo de Fidel y los guerrilleros sino de todos los cubanos que a lo largo y ancho del archipiélago se enfrentaron a una tiranía sangrienta", dijo Martínez en relación a los 20 mil cubanos muertos en los siete años de resistencia al dictador proestadounidense Fulgencio Batista.
"Estamos contentos, felices de celebrar el 60 aniversario del triunfo de la revolución cubana", enfatizó Martínez y dijo que al gesta también "marcó el inicio de otro proceso en América Latina: que los pueblo se dieran cuenta que era posible luchar, y que era posible llegar al poder por la vía armada, por la vía electoral o cualquier vía, pero siempre con el apoyo del pueblo".
En la noche del 1 de enero de 1959 desde el balcón del Ayuntamiento de Santiago de Cuba, Fidel Castro proclamó el triunfo definitivo de la Revolución cubana. A 60 años de este momento histórico, te mostramos cómo luce la "segunda capital" de los cubanos.
Santiago fungió como primera capital de la Isla desde su constitución en 1515, declarada así por el primer gobernante de Cuba, Diego Velázquez de Cuéllar. Así fue hasta 1556, año en quedó desplazada como capital por la villa de San Cristóbal de La Habana.
Allí proclamó al magistrado Manuel Urrutia Lleó como presidente de la nación, Gobierno que fue reconocido como legítimo por Estados Unidos y puso fin a la dictadura de Batista.
Desde este momento, se tomó el 1 de enero como fecha histórica del triunfo de la Revolución cubana y a la ciudad de Santiago como la primera capital del socialismo en América.
BEIJING, 1 ene (Xinhua) -- El presidente chino, Xi Jinping, felicitó hoy martes a Raúl Castro, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y a Miguel Díaz-Canel, presidente del Consejo de Estado y el Consejo de Ministros de Cuba, por el 60 º aniversario de la victoria de la revolución cubana en nombre del Partido Comunista de China (PCCh), del gobierno y del pueblo chino.
En su mensaje de felicitación a Raúl Castro, Xi, quien también es secretario general del Comité Central del PCCh, dijo que bajo el fuerte liderazgo del Partido Comunista de Cuba en los últimos 60 años, el gobierno y el pueblo cubano, con trabajo duro, han tenido grandes logros en la construcción de la causa socialista, que son muy apreciados por el PCCh, el gobierno y el pueblo chino.
Las relaciones entre ambos partidos y los dos países han resistido la prueba de las vicisitudes internacionales y han logrado resultados fructíferos, haciendo que los dos países sean buenos amigos, buenos camaradas y buenos hermanos, señaló Xi.
Xi dijo que concede gran importancia al desarrollo de la amistad entre China y Cuba y está dispuesto a colaborar con Raúl Castro para liderar las relaciones bilaterales y seguir avanzando.
En su mensaje de felicitación a Díaz-Canel, Xi dijo que el Partido Comunista de Cuba y su pueblo se esfuerzan por actualizar y mejorar el sistema socialista de la nación, lo que garantizará nuevos avances en la causa socialista de Cuba.
Xi mencionó la histórica visita de Díaz-Canel a China hace un mes, durante la cual los dos líderes propusieron un plan para los lazos bilaterales en la nueva era, añadiendo que está dispuesto a unir sus manos con Díaz-Canel para beneficiar el desarrollo continuo de las relaciones entre China y Cuba.
El primer ministro chino, Li Keqiang, también envió un mensaje de felicitación a Díaz-Canel el martes, diciendo que Cuba ha disfrutado de la floreciente evolución nacional y alcanzará un futuro más brillante.
Los dos países siempre se han entendido y apoyado mutuamente, impulsando las relaciones bilaterales para un desarrollo integral y en profundidad, dijo el primer ministro chino.
Li también expresó la esperanza de que con los esfuerzos conjuntos de ambos países, la tradicional amistad seguirá dando frutos.
La fuga del presidente Fulgencio Batista de Cuba puede parecer repentino, algo de última hora. Pasar de un brindis por año nuevo a huir en un avión por tu vida. Nada pudo haber sido más inmediato. Sin embargo, el periodista cubano Ciro Bianchi aseguró a Sputnik que el dictador cubano tuvo tiempo de "preparar sus maletas".
En la madrugada del 1 de enero de 1959 el dictador Fulgencio Batista salió de Cuba con destino a República Dominicana llevándose consigo toda su riqueza. Según trascendió, Batista huyó del país con una fortuna superior a los 100.000 millones de dólares, exiliándose primero en la República Dominicana, luego en la isla de Madeira, Portugal, y por último en la España de Franco.
Sin embargo, desde el 17 de diciembre de 1958 su última noche en Cuba había sido pautada. Según contó Bianchi, el día 9 Batista recibió a un amigo estadounidense que tenía negocios en Cuba, y éste le plantea que se fuera a vivir a Estados Unidos.
"Sin que el general supiera, el amigo cumplía órdenes del Departamento de Estado pero la propuesta trascendió como una conversación fraternal. No obstante, el día 17, el embajador estadounidense Earl Smith, pide una entrevista con Batista y allí le pide oficialmente que renuncie y salga del país", contó el periodista, quien también es columnista del diario Juventud Rebelde.
En el encuentro, que tuvo lugar en la finca del dictador en La Habana, Batista le pregunta si puede irse a Estados Unidos y la respuesta fue negativa. "Le dijo que se fuera a otro país y ya se verá después", dijo Bianchi.
De esta forma, el Gobierno del republicano Dwight Eisenhower, retiraba su apoyo al dictador, a quien había sustentado casi desde el inicio.
A juicio de Bianchi, a partir de ahí todo se desencadena: "El Che Guevara ya era imparable en Las Villas, Camilo Cienfuegos está en Yaguajay, Fidel Castro seguía la lucha en la Sierra, Raúl Castro asedia Guantánamo y hay un cerco sobre la ciudad de Santiago de Cuba, que era la segunda ciudad de importancia".
"Además se dan tres conspiraciones fuertes dentro de la ciudad militar de Columbia en La Habana y a Batista no le queda otra alternativa que salir del país. De ahí que el día 1 de enero, se da la salida de Batista, que en realidad fue una salida bastante ordenada, tuvo tiempo de renunciar y delegar el poder", aseguró el periodista.
No se sabe exactamente cuánto se llevó el general en sus maletas. Según Bianchi, se calcula que fueron, entre joyas y dinero, unos 600 millones de dólares, pero lo más grave de esto fue cómo amasó su fortuna.
Batista ya había sido presidente de Cuba entre 1940 y 1944. Luego se fue a Estados Unidos donde se casó por segunda vez, y según cuenta Bianchi, Batista organiza el golpe de Estado "porque no tenía dinero".
"Cuando Batista da el golpe de Estado el 10 de marzo de 1952, su patrimonio era escaso", comentó el investigador.
"El general fue un hombre extremadamente ambicioso y todos conocían el sistema con que se hizo de tamaña fortuna, algo que reveló su propio secretario militar, el general Francisco Tabernilla Palmero", contó Bianchi.
"Cada vez que Batista creó una obra pública, las empresas o contratistas tenían que pagar coimas del 30% del valor de la obra, que era una cantidad considerable. Aparte de eso, cuando en 1956 asesinan en La Habana al jefe de la Policía, Rafael Salas Cañizares, el dictador se entera cuánto recibía éste por el ‘juego prohibido'. Así ordenó al nuevo jefe que el dinero fuera directamente al Palacio Presidencial", explicó el investigador.
El libro de "Los propietarios de Cuba" evidencia la cantidad de propiedades que llegó a acumular el general, entre ellas diversas publicaciones como el periódico El Mundo y varias revistas. Pero ninguna de ellas cupo en las apretadas maletas del general.
Batista permaneció en España hasta su muerte en 1973, a causa de un infarto en la localidad de Marbella. Está enterrado en el cementerio de San Isidro en Madrid, junto a su esposa y uno de sus cinco hijos.