"El embajador de Estados Unidos aparentemente cree tener la impresión de ser el enviado de un emperador de Washington en Alemania", criticó De Masi el 13 de enero. Añadió también que las sanciones estadounidenses extraterritoriales contra las empresas alemanas son contrarias al derecho internacional.
El vicepresidente del Partido Socialdemócrata, Ralf Stegner, se ha unido a De Masi desde su cuenta de Twitter recordando los años de posguerra: "¿El señor Grenell sabe que el tiempo de los altos comisionados en Alemania ha terminado?".
Según publica el periódico alemán Bild, las empresas alemanas que recibieron la misiva preguntaron al Ministerio de Exteriores cómo debían responder a ella, a lo que este respondió recomendando no hacerlo.
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Un portavoz de Grenell ha aclarado a Bild que la carta no debe interpretarse como una amenaza, "sino como un mensaje claro de la política estadounidense".