En este nuevo capítulo de Keiser Report, los protagonistas Max Keiser y Stacy Herbert critican el reconocimiento de Donald Trump hacia el líder de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como presidente interino del país sudamericano luego de su autoproclamación: "Es increíble que EE.UU. no reconozca al presidente de Venezuela, sino a un subordinado, en lo que constituye claramente una intromisión electoral", lanza Max.
En esa línea, subraya: "Si un día llegara Putin y dijera que Rusia reconoce a Nancy Pelosi —líder demócrata dentro de la Cámara de Representantes— como presidenta de EE.UU. y no a Donald Trump, el mundo se indignaría". Desde su punto de vista, aquella potencia norteamericana "tiene esa teoría de la excepcionalidad y de que no está obligada a cumplir la ley, pues entonces hace lo que le da la gana".
Fiebre del oro
En esta edición también analizan las grandes compras de oro que se produjeron el año pasado: en 2018 los bancos centrales de diversos países adquirieron más lingotes que en cualquier otro momento desde 1971. Además, el Consejo Mundial del Oro informa que en promedio los Gobiernos añadieron 651,5 toneladas a sus arcas, lo que representa un aumento del 74% con respecto al 2017.
Según Max, esta crecida significativa tiene que ver directamente con la postura del Gobierno estadounidense: "Lo que demuestra esta compra masiva de oro por parte de los bancos centrales es que se han dado cuenta de que EE.UU. ha perdido los cabales". A su vez, pronostica que cuando se queden sin oro para comprar, se acercarán al mercado del bitcóin.
Asimismo, el entendido señala que el principal motivo del interés mundial por este metal brillante es que el sistema económico actual "fracasó estrepitosamente". Sobre ello, resume: "El aumento de las desigualdades, la caída libre en la que se encuentran muchos países, la locura que están sufriendo los británicos con el Brexit o la insurrección que se cierne sobre EE.UU". Además, resalta que la tendencia iría en aumento en el 2019, 2020 y 2021, "hasta que el oro escasee".
Varios países con importantes economías están preservando su capital de esta forma, situación que haría inclinar la balanza en todo el planeta: "Creo que Rusia, China o Turquía, entre otros, están obligando al mundo a actuar así, en lo que podría constituir una política monetaria asimétrica", describe Stacy. En efecto, Moscú fue la mayor compradora de oro y sostiene su política para 'desdoloralizar' sus reservas. El principal atractivo, destacan en Keiser Report, es que no se presenta "ningún riesgo de contraparte".
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