Tras la imposición de sanciones contra Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) por parte del Gobierno de Donald Trump, en el país sudamericano surgió la duda: ¿dónde será reposicionado el crudo venezolano y cuáles serán los escollos logísticos para transportarlo?
El Ministerio de Energía y Petróleo de Venezuela anunció que evalúan "todas las opciones" para que las operaciones de la estatal petrolera causen el "menor impacto posible" en el mercado petrolero.
"Cuenta bloqueada"
Tras el anuncio de las sanciones, el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, afirmó que las empresas estadounidenses pueden seguir comprando crudo venezolano, sin embargo, las ganancias de esas ventas se depositarían en una "cuenta bloqueada".
Para evitar que eso ocurra, el ministro de Petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo, adelantó que cada barco "que salga de un puerto venezolano cargado con nuestro recurso debe ser cancelado antes de dejar el puerto".
¿A dónde irá a parar el crudo que se envía a EE.UU.?
Con ese panorama, David Paravisini, especialista en petróleo y diputado constituyente, considera que el mayor inconveniente es el poco tiempo para reposicionar el crudo extrapesado venezolano que antes se enviaba a EE.UU. Según afirmó a este medio, Paravisini cree que lo más probable "es que Caracas opte por vender a la India".
No obstante, Carlos Mendoza Potellá, experto en temas petroleros, cree que no es fácil esa alternativa, pues afirma que ese país es un gran consumidor de crudo de golfo Pérsico, por lo que Venezuela estaría obligada a vender a un precio más bajo.
"En ese caso, Venezuela estaría en condiciones muy desventajosas con los precios", añadió vía telefónica.
China aparece como una alternativa, pero Mendoza Potellá advierte que el pago del flete "no sería rentable" para PDVSA.
Paravisini explicó que más allá de la selección de un país en particular, lo relevante es que Venezuela halle un lugar que disponga de "refinerías de reconversión profunda", que según explicó, ofrece una refinación de más del 90 % del crudo extrapesado.
"Venezuela tendría que buscar un país donde estén esas refinerías y hacer su mejor oferta", acotó.
Si lo hace, de igual forma la nación bolivariana tendrá que sortear un obstáculo adicional: no realizar operaciones de compra y venta usando el sistema financiero estadounidense.
¿La razón? EE.UU. estableció que las transacciones extranjeras, con la industria petrolera venezolana que utilicen el sistema financiero estadounidense deben ser liquidadas antes del 28 de abril, especificó el Departamento del Tesoro estadounidense.
Los diluyentes
Al margen del nuevo destino de venta, un punto a evaluar serán los diluyentes. Este fluido permite diluir la viscosidad del petróleo pesado y facilita el transporte. Antes de las sanciones, EE.UU. era el mercado principal de Venezuela para obtener ese producto.
Según calcula Monaldi, Venezuela necesita diluyentes para exportar "entre 200.000 y 300.000 barriles por día de crudo extrapesado". Venezuela baraja comprar ese producto en otro país, pero Monaldi señaló que los diluyentes en África o Europa, pueden ser más costosos, "y posiblemente esa producción venezolana de extrapesados dejaría de ser rentable".
Si se presenta el escenario de un aumento de producción, otra solución "propia de Venezuela", agrega Paravisini, es el uso de una "solución estable con agua", que permite el traslado de crudo pesado y extrapesado.
"Es una tecnología venezolana probada que ayuda en el transporte del crudo desde el sitio de producción hasta el sitio de almacenamiento o de procesamiento", indicó.
¿Qué pasará con Chevron en la Faja?
Otra consecuencia de las recientes sanciones estadounidenses contra la estatal venezolana será la dificultad que afrontarán las empresas extranjeras en la Faja Petrolífera del Orinoco. Una de ellas es la norteameriacana Chevron, propietaria del 30 % de las acciones de la empresa mixta Petropiar, cuyo 70 % pertenece al Estado.
Las restricciones aplicadas contra PDVSA "afectarían a las empresas estadounidenses que operan en el país, como Chevron", alertó Monaldi. A juicio de Paravisini, en el caso de esta empresa de capital estadounidense el Gobierno nacional "tomará medidas" que garanticen sus operaciones dentro del país.
En enero pasado, el presidente Nicolás Maduro aclaró que rompió solo relaciones "diplomáticas y políticas" con la Casa Blanca, y reafirmó su disposición de trabajar con todos los sectores económicos de EE.UU., incluyendo las empresas petroleras norteamericanas en la Faja Petrolífera del Orinoco: "EE.UU. es mucho más que Donald Trump", sostuvo.
El mandatario explicó que su Gobierno planea aumentar la producción petrolera con inversión estadounidense. "Estamos estimando crecer en producción petrolera para vender más petróleo a EE.UU.", agregó.
En esa misma línea, el ministro Quevedo ratificó la voluntad del Ejecutivo de mantener la operatividad con las empresas que tienen contratos de suministro.
Manuel Palma