¡Fuera Maduro! ¡Es un dictador! ¡Tenemos que salvar a los venezolanos! Espérate un momentito. Revisemos primero los hechos y, después, tomemos posición.
Te ofrezco algunos datos para reflexionar sobre el escabroso tema de Venezuela. Primero, Nicolás Maduro fue legítimamente reelecto presidente de la República por un segundo periodo de cinco años en las elecciones del pasado 20 de mayo de 2018. Recibió más de 6 millones de votos, el 67 % de la votación, aplastando a su rival más cercano, Henri Falcón, por más del 40 %.
Segundo, el sistema electoral venezolano es uno de los más seguros del mundo. La votación es electrónica, los electores son identificados por sus huellas dactilares y el sistema es plenamente auditable. Se utilizó exactamente el mismo sistema en las elecciones presidenciales de 2018 que se había utilizado en 2015 para la elección de la Asamblea Nacional, donde resultó electo Juan Guaidó como diputado.
Tercero, la Asamblea Nacional se encuentra en plena rebelión en contra del sistema constitucional de Venezuela. En 2015, ignoró la orden del Tribunal Superior de Justicia de cancelar el nombramiento de tres parlamentarios que habían cometido fraude electoral. Y, ahora, Guaidó se autoproclama "presidente encargado" sin absolutamente ninguna base constitucional. La "falta absoluta" del presidente Maduro que, supuestamente, le daría derecho a ocupar el poder ejecutivo durante 30 días jamás ocurrió.
Cuarto, la oposición en Venezuela dista mucho de ser 'democrática'. Boicotean elecciones, llaman a la violencia, recurren al racismo y el clasismo y piden la intervención extranjera. Guaidó, en particular, siempre ha estado muy cercano a los proyectos de desestabilización del Gobierno de los Estados Unidos.Quinto, la mayoría de los gobiernos del mundo no respaldan a Guaidó. Su apoyo se limita a los EE.UU., los viejos poderes coloniales europeos y los gobiernos de derecha de América Latina. La ONU, México, Uruguay y muchos otros países piden una salida pacífica y negociada a la crisis.Sexto, el único interés de quienes impulsan a Guaidó es el petróleo. Venezuela tiene las reservas más grandes del mundo, más de 300.000 millones de barriles, aún más que Arabia Saudita. A John Bolton, a Donald Trump, a Pedro Sánchez, a Theresa May y a Elliott Abrams no les importa la democracia y mucho menos el bienestar de los venezolanos sino, simplemente, imponer a un nuevo líder cercano a sus intereses.Séptimo, los logros de la Revolución bolivariana son espectaculares. Se redujo la pobreza a la mitad, se duplicaron la cantidad de centros de salud, se construyeron millones de viviendas de interés social, se crearon 42 nuevas universidades y se eliminó el analfabetismo.
Octavo, la crisis económica hoy en Venezuela se debe al cerco económico, financiero y diplomático impuesto por Washington, en coordinación con los oligarcas nacionales y los intereses financieros internacionales.
No es Maduro, sino quienes lo quieren derrocar, quienes estrangulan de hambre al pueblo venezolano. En Venezuela se juega el futuro y la dignidad de toda América Latina. ¿Permitiremos que se imponga un dictador títere desde Washington en Caracas o defenderemos la soberanía popular y la soberanía nacional de los pueblos del sur? Si permitimos que hoy caiga la democracia venezolana, después vendrán por los demás.
"No permitiremos que intereses ajenos se impongan por la vía de la violencia y negación a nuestro derecho a decidir un proyecto político", dijo la presidenta de Amigos de la Tierra Internacional, Karin Nansen, al inicio del acto Diálogo y paz para Venezuela, el 7 de febrero en Montevideo. Sputnik te cuenta por qué cientos se movilizaron por la paz.
La movilización estaba convocada para las 19:00 en Plaza Libertad, apenas dos horas después de que el Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela diera una conferencia de prensa explicando los principales puntos de la declaración que elaboraron tras su reunión en la Torre Ejecutiva en Montevideo, a escasas cuadras de allí.
Banderas y carteles en la manifestación Diálogo y paz para Venezuela, convocada por el Pit-Cnt, el Encuentro Sindical Nuestra América y la Jornada Continental en Defensa de la Democracia y Contra el Neoliberalismo
Sin embargo, al menos una hora antes de la cita, en la Plaza Libertad ya había música, banderas amarillas, rojas y azules con estrellas y carteles con palomas blancas y la palabra paz.
El acto convocado por la central sindical uruguaya Pit-Cnt, el Encuentro Sindical Nuestra América y la Jornada Continental en Defensa de la Democracia y Contra el Neoliberalismo, aglutinó a un centenar de personas que, al unísono, gritaron "¡Viva el pueblo venezolano! ¡No a la injerencia extranjera y la guerra! ¡Sí a la democracia, sí a la paz, sí a la autodeterminación de los pueblos! ¡Viva la unidad y lucha del pueblo uruguayo!".
Manifestación Diálogo por la paz para Venezuela, convocada por el Pit-Cnt, el Encuentro Sindical Nuestra América y la Jornada Continental en Defensa de la Democracia y Contra el Neoliberalismo
Minutos antes del fervor que suscitó el encuentro en apoyo a una resolución pacífica de la compleja situación que atraviesa venezuela, Nansen había dado inicio a la oratoria asegurando que "América Latina ha resistido históricamente, y continuará resistiendo, la injerencia extranjera en nuestros países".
Karin Nansen, presidenta de Amigos de la Tierra Internacional, durante la manifestación Diálogo y paz para Venezuela, convocada por el Pit-Cnt, el Encuentro Sindical Nuestra América y la Jornada Continental en Defensa de la Democracia y Contra el Neoliberalismo
"Es necesario, una vez más, reafirmar la solidaridad y el internacionalismo entre nuestros pueblos", concluyó.
La proclama que leyó el escritor uruguayo Ignacio Martínez, abogaba lo mismo:
"El pueblo venezolano enfrenta el delicadísimo momento histórico de enfrentarse tal vez, aunque nos atemorice tremendamente sólo pensarlo, a una guerra, promovida y patrocinada por la injerencia externa. Por eso, para quienes creemos en una América Latina libre, soberana, unida y en paz, Venezuela es hoy el continente".
"Lo que están proponiendo [el presidente de EEUU] Donald Trump, [el presidente de la Asamblea Nacional venezolana y autoproclamado jefe de Gobierno Juan] Guaidó, [el presidente de Colombia Iván] Duque, [el presidente de Brasil Jair] Bolsonaro, es desatar una guerra regional, que es la peor salida posible al conflicto de Venezuela", aseguró.