Sputnik habló con Vladímir Zorin, miembro del Presídium del Consejo de Relaciones Interétnicas del presidente de la Federación Rusa y empleado de la Academia Rusa de Ciencias, para aclarar el significado de estas palabras.
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"La declaración del embajador debe ser percibida como una medida preventiva contra los planes en desarrollo dirigidos contra Rusia y sus posiciones en Venezuela. Queda claro que una de las razones de la agudización de la presión sobre este país latinoamericano, o uno de los frentes de la presión, está conectado con los intentos de influir en la posición de los países que apoyan el Gobierno actual", declaró el experto.
A su juicio, existen riesgos concretos y reales para Rusia ya que uno de los objetivos de la política de Washington en la región es "expulsar de allí a Rusia y a China". Y el recurso principal para responder a estos riesgos y contrarrestarlos es actuar en el marco del derecho internacional y la ley de Venezuela.
"Si se hacen intentos de privar a las compañías rusas de sus inversiones en la economía del país (Venezuela), responderemos de la manera más dura, utilizando todos los medios del derecho internacional", había dicho el diplomático.
En aquel entonces, el embajador ruso reconoció que sí existen riesgos para las inversiones rusas en el país caribeño, aunque destacó que tienen que ver con la política de Washington y no con el Gobierno venezolano.