"400 metros de profundidad": Medios argentinos difunden audios sobre posible ubicación del submarino
Publicado: 23 nov 2017 04:36 GMT | Última actualización: 23 nov 2017 08:30 GMT
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Las grabaciones podrían confirmar la ubicación exacta del submarino.
Imagen ilustrativa.
Joel Saget / AFP
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En medio de la creciente tensión con respecto a la búsqueda del submarino ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre en el océano Atlántico, varios medios argentinos han difundido audios que presentan como conversaciones entre tripulantes de barcos argentinos que participan en las operaciones de búsqueda.
El portal sincensura.com.ar ha publicado que el destructor Almirante Brown y la corbeta Espora han confirmado contacto con sonar activo del ARA San Juan.
La conclusión ha sido sacada del audio grabado desde la frecuencia 6771.5 Modo USB 2.40 kHz-pre, usada por los barcos participantes en las operaciones de búsqueda.
Otro audio
A su vez, El Intransigente ha informado de que los integrantes del personal de comunicación informaron sobre la posición de la radiobaliza de emergencia y el cable de acero, que determinarían la ubicación del ARA San Juan.
El hallazgo había sido efectuado gracias al sonar activo de dos naves argentinas: el destructor Almirante Brown (Meko360), y la corbeta Spiro (Meko 140), según el cual a 400 metros de profundidad se detectó la boya del submarino, con 44 tripulantes a bordo.
"Boya triangular, con radiobaliza en el fondo, cable de acero adosado al fondo, repito, detectado... boya, color rojo, triangular, con radiobaliza al fondo, cable de acero adosado al fondo", así es el informe verbal de los especialistas de una de las naves.
La mañana de este miércoles (hora local) Enrique Balbi, vocero de la Armada argentina, declaró que no tienen "ningún rastro del submarino". Aunque señaló que actualmente se está investigando una "anomalía hidroacústica" en la zona de búsqueda del submarino desaparecido: a 30 kilómetros al norte de la última posición conocida del ARA San Juan.
VIDEO: Así es por dentro el submarino argentino desaparecido
Captura de pantalla / youtube / Armada Argentina
El pasado 15 de noviembre se perdió el contacto con el ARA San Juan, uno de los tres submarinos que posee la Armada Argentina. A bordo del sumergible se encontraban 44 tripulantes.
Ya han pasado cincos días sin noticias del submarino de la Armada Argentina, ARA San Juan, que perdió contacto en la mañana del pasado 15 de noviembre cuando se desplazaba desde la Base Naval Ushuaia hacia el apostadero de la Base Naval Mar del Plata.
La última señal del sumergible, a bordo del cual se encontraban 44 tripulantes, fue registrada a la altura del golfo de San Jorge, en aguas argentinas del océano Atlántico, a 432 kilómetros de la costa de la provincia de Chubut.
Sin embargo, la noticia sobre su desaparición trascendió el jueves cuando el Comando Naval de Tránsito Marino puso en marcha del plan SARSUB (Búsqueda y Rescate de Submarinos, por sus siglas en inglés). Desde entonces, varios países, incluidos Brasil, Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y Chile, se han unido a la búsqueda del navío.
El ARA San Juan es uno de los tres submarinos que posee la Armada Argentina. El sumergible fue construido en Alemania, donde fue botado en 1983. Llegó a Argentina en 1986 a la Base Naval Mar del Plata, donde tiene su actual apostadero.
Entre diciembre de 2007 y junio de 2014, el Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar) llevó a cabo lo que se llama una "reparación de media vida" del navío para poner a punto todos sus sistemas claves, una obra difícil y compleja que le "extendería la vida" por 30 años. Tras este periodo, la nave volvió al servicio.
El submarino, propulsión diésel-eléctrica convencional, tiene 66 metros de eslora y 7,3 metros de diámetro de casco. El ARA San Juan alanza una velocidad en superficie de 27 kilómetros por hora, y 45 kilómetros por hora en inmersión.
En mayo de este año, la Armada de Argentina subió en su cuenta de YouTube un video en forma de presentación sobre su submarino ARA San Juan, en el cual sus tripulantes explican algunas de las características del sumergible y muestran su interior.
Los especialistas siguen el hilo del último reporte de la nave que hablaba de una entrada de agua y un cortocircuito, y el sonido detectado. La clave sería la potencia de las baterías.
El San Juan en Tandanor, al terminar sus reparaciones de media vida y antes de zarpar a Mar del Plata. Imagen: Adrián Pérez
Si la secuencia de eventos a bordo del submarino San Juan que finalmente reveló la Armada es correcta, queda como elemento crucial que la última comunicación de la nave reportara una entrada de agua y un cortocircuito en un pañol de baterías. Si bien el comandante de la nave reportó que la entrada de agua, por el snorkel, era menor y que el corto había sido controlado, tres horas después se produjo lo que la Armada ahora describe como una explosión a bordo. Agua y baterías son una muy mala combinación, capaz de generar una explosión importante o una nube de gas de muy alta toxicidad.
Varios ingenieros navales consultados por PáginaI12 coincidieron en seguir la pista que la misma Armada admitió ayer. Lo primero que subrayaron es que las baterías de un submarino son de muy alta potencia, muy diferentes a las que uno está acostumbrado a manejar en la vida cotidiana. De hecho, las Varta del San Juan alimentan un circuito de 400 voltios que impulsa el motor Siemens eléctrico. Este motor, nuevamente, no es como los eléctricos a los que uno está acostumbrado sino una planta de alto poder capaz de impulsar a un submarino que desplaza 2336 toneladas sumergido a 25 nudos, o 46 kilómetros por hora. Quien haya visto el tamaño de la hélice de estas naves Thyssen entiende de un vistazo por qué tienen cuatro motores diesel y asume que el motor silencioso es de alta potencia.
Lo segundo que destacaron los ingenieros navales es que un submarino sumergido se mueve en un medio de muy alta presión. Una entrada de agua puede ser invisible de pequeña y generar un chorro de alta potencia simplemente por la diferencia de presión entre el interior, regulado para la vida humana, y el exterior, abrumador. Un submarino es un cilindro con la fortaleza suficiente como para aguantar las presiones enormes del mar. Estos Thyssen de combate, como el San Juan, son homologados con una profundidad de prueba de hasta 300 metros, lo que significa que pueden funcionar a treinta atmósferas de presión. Esto permite entender lo que en superficie sería un goteo sin importancia comienza a transformarse en una potente columna de agua a medida que la nave se sumerge.
Los ingenieros consultados admitieron que llevan días especulando sobre el destino del San Juan, pero que desde que se confirmó el “evento sónico” tres horas después de la última comunicación dejaron de especular. Por desgracia, encuentran dos explicaciones posibles. Una es que la entrada de agua reportada por el submarino no haya sido reparada completamente y que el agua de mar haya entrado en cantidad a uno de los compartimientos de baterías. Si el agua puso en corto a las baterías, la reacción fue seguramente violenta, explosiva, con la posibilidad de un arco voltaico. Esto podría abrir un rumbo hasta en un casco tan fuerte como el de un submarino.
Si esta fue la secuencia de eventos, el desenlace fue instantáneo. Un submarino que se abre es inmediatamente aplastado por la alta presión del agua. Esta implosión es capaz, dependiendo de la profundidad, de tratar el acero naval como un bollo de papel. La nave se transforma en un objeto siniestramente plano, y se hunde.
Otra posibilidad, todavía más dolorosa, es que el cortocircuito no haya llegado a abrir un rumbo en el casco, pero sí una reacción química entre el ácido de las baterías y el agua salada. El ácido sulfúrico, todavía conocido con su nombre alquímico de aceite de vitriolo, estalla en contacto con bases -substancias alcalinas-, oxidantes, reductores y... agua. Según el Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas, el resultado es explosivo y el incendio resultante es simplemente imposible de apagar. La recomendación, destinada a laboratorios o fábricas, es enfriar los contenedores del ácido incendiado y esperar que se agote.
No sólo esto es imposible en un submarino sumergido sino que el segundo efecto de una explosión de ácido y agua es la formación de una neblina de altísima toxicidad. Esta “niebla” es corrosiva en contacto con la piel y tan tóxica al respirarla que una variedad fue usada en las trincheras de la primera guerra mundial. El Programa Internacional recomienda un tratamiento que es una confesión de impotencia: al afectado hay que sacarle la ropa contaminada, lavarlo, darle mucha agua y llevarlo a un lugar ventilado de inmediato.
Con lo que los ingenieros coinciden en que una explosión que generara una neblina tóxica y corrosiva en un submarino es una condena inmediata. Este veneno no se desliza o difunde en estas condiciones. Simplemente llena todo espacio de forma violenta, en segundos.
El sumergible ruso Pantera Plus opera a un máximo de 1.000 metros de profundidad y puede escanear con su sonar hasta 300 metros a la redonda.
La Armada dio por concluidas sin éxito las tareas de rescate de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, que no emite señales desde el 15 de noviembre. El portavoz de la institución militar, Enrique Balbi, comentó que ya no hay esperanza de encontrarlos con vida. Sin embargo, los trabajos de búsqueda del sumergible continúan.
El submarino de la Armada Argentina ARA San Juan perdió contacto durante su recorrido desde la Base Naval Ushuaia hacia el apostadero de la Base Naval Mar del Plata.
La última señal del sumergible fue registrada a la altura del golfo San Jorge, en aguas argentinas del océano Atlántico, a 432 kilómetros de la costa de la provincia de Chubut.
Expectativas por un elemento compatible con el ARA San Juan
Un indicio a 477 metros de profundidad
El vocero de la Armada, Enrique Balbi, precisó que el buque científico Angelescu detectó un “perfil” similar al del submarino “de unos 60 metros” y que hoy se concentrarán allí todos los esfuerzos para determinar de qué se trata. No descartó que haya novedades durante esta misma jornada, pero reiteró que “el escenario no es compatible con la vida humana”.
Los equipos de búsqueda del ARA San Juan se concentrarán hoy en determinar si uno de los registros de posible material hundido en la zona donde se realiza el rastrillaje corresponde al submarino. Lo que se verificará es el “contacto” que estableció el buque científico Angelescu a 477 metros de profundidad a unas pocas millas del derrotero que se presume que tras su última comunicación siguió la embarcación desaparecida hace 16 días. Así lo confirmó esta mañana el vocero de la Armada, Enrique Balbi, quien no descartó la posibilidad de que haya novedades al respecto al cabo de esta misma jornada.
Terminada la etapa de búsqueda de sobrevivientes, el objetivo del operativo ahora es localizar al ARA San Juan. En ese sentido, Balbi reiteró que "el ambiente externo, el tiempo transcurrido y la falta de evidencia impiden sostener un escenario compatible con la vida humana". Dijo, además, que rescatar a los tripulantes –en el submarino navegaban 44— “no está previsto cuando el escenario no es compatible con la vida humana”.
La Armada había comunicado ayer que diferentes barcos que participan del rastrillaje habían hecho “seis contactos” con elementos que podrían ser el ARA San Juan. Dos de ellos ya fueron descartados. Con los restantes se decidió tratar de hacer contacto visual por medio de minisubmarinos.
La expectativa está centrada en el hallazgo realizado por el Angelescu, un barco oceanográfico del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), tripulado por personal de la Prefectura Naval. El sonar de ese buque detectó el jueves un objeto en el lecho marino a 477 metros de profundidad.
Balbi explicó que “el perfil” el objeto detectado “sería del orden de los 60 metros”. El vocero de la Armada aclaró, de todos modos, que “el sensor del Angelescu es bastante impreciso” y “la imagen es difícil de interpretar”.
La decisión de concentrar hoy los esfuerzos en precisar qué fue lo que detectó el Angelescu está basada en dos elementos. Por un lado, la compatibilidad del elemento registrado con el submarino ya que sus medidas son similares; por otro, que su ubicación está a 5 millas del derrotero que seguía el ARA San Juan y la profundidad de 477 permite llegar al lecho marino con los minisubmarinos que están operativos en el área de búsqueda. A favor juega, además, que hoy hay buen tiempo en la zona.
Los otros tres “contactos” fueron a profundidades que van de los 700 a los 900 metros. El procedimiento en esos casos será el mismo: bajar hasta allí para verificar de qué se trata.
Hace días que Balbi pasó a presentarse una sola vez al día ante los periodistas. Hoy avisó que tal vez en el transcurso de esta misma jornada haya otra conferencia de prensa. Eso habla de la expectativa generada a partir de los datos que aportó el Angelescu.
La Armada de Argentina confirmó que la imagen detectada a 477 metros no se corresponde con el submarino desaparecido, por lo que restan tres posibles localizaciones que analizar.
El barco oceanográfico ha llegado con dos minisubmarinos capaces de operar a profundidades de hasta 6.000 metros.
Se prevé que en las próximas horas la nave proceda directamente a realizar un rastreo de la zona donde fue registrada una anomalía hidroacústica.
El buque promete hacer frente a los fuertes vientos y olas que actualmente han atrasado las labores de búsqueda, entre ellas las del batiscafo robótico ruso Pantera Plus. El Yantar posee un sistema de procesamiento dinámico que facilita, a pesar de las malas condiciones del tiempo, poder navegar en posición vertical durante su operación.
El barco, que se encontraba cumpliendo con tareas planificadas en la costa occidental de África, fue enviado al litoral argentino por orden del presidente ruso, Vladímir Putin.
¿De qué es capaz el Yantar?
Los dos dispositivos tripulados del Yantar —del proyecto 16810 Rus y del proyecto 16811 Konsul— están preparados para desarrollar su actividad a profundidades de hasta 6.000 metros.
Con apoyo del 328.° destacamento de buzos militares —que ya se encuentra en Argentina— el Yantar posibilitará los trabajos de rescate más complejos: emersión de buques hundidos, trabajos técnicos subacuáticos y entrenamiento a submarinistas para que puedan regresar a la superficie en el caso de que su nave sufra algún accidente.
Tras las quejas de los familiares de los tripulantes del ARA San Juan, el buque ARA Islas Malvinas se sumará a la corbeta ARA Spiro y el Yantar ruso que continuaban este fin de semana como parte del operativo de rastrillaje. Mañana se cumplirán dos meses de la desaparición del submarino con 44 tripulantes a bordo.
Imagen: Télam
Cuando se cumplen 60 días del último contacto con el submarino ARA San Juan, todavía no hay ningún rastro de la nave que transportaba a 44 tripulantes.La corbeta ARA Spiro y el Yantar ruso continuaban este fin de semana como parte del operativo de rastrillaje del submarino, pero en las próximas horas se sumará el ARA Islas Malvinas, que ayer zarpó desde la Base Naval Ushuaia para reincorporarse a la búsqueda con el ROV (vehículo operado remotamente) ruso Panther Plus, que tiene una capacidad de inmersión de hasta 1.000 metros.
En tanto, familiares y amigos de tripulantes del ARA San Juan se quejaron ayer de que en el operativo hubiera sólo dos embarcaciones activas y reclamaron que se volviera a incluir en el operativo a los buques oceanográficos Austral -del Servicio de Hidrografía Naval- y el Víctor Angelescu -del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero-.
Al cumplirse un mes de la desaparición del submarino, la Armada había informado que del operativo SAR, de búsqueda y rescate, participaban 28 unidades, aéreas y marítimas, y 4.040 personas, en el marco de una fuerte cooperación internacional de la que participaron Estados Unidos, Rusia e Inglaterra, entre otros países. Luego del retiro de Estados Unidos y Gran Bretaña de la búsqueda, los primeros días de enero, los familiares le pidieron a través de una carta al presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, que no retirara del operativo al Yantar y al ROV Panther Plus.
En ese contexto, el Ministerio de Defensa y la Armada habían dejado trascender que ya evaluaban un plan alternativo en el que no descartaban contratar un servicio privado similar para cuando la Federación Rusa decidiera cesar su cooperación con la búsqueda del ARA San Juan.
El 15 de diciembre, familiares, amigos y vecinos de Mar del Plata marcharon desde la Base Naval hasta la Catedral Central, mientras en la Plaza de Mayo porteña y otras plazas del país, también hubo manifestaciones de homenaje a los tripulantes y reclamar al Gobierno "certezas" de lo que había ocurrido con el submarino un mes antes.
En su última comunicación, el submarino había informado que navegaba "en plano periscopio" y que iría "a plano profundo" con el objetivo de "estabilizar el buque" para poder ingresar al tanque de batería y evaluar la dimensión de una falla que estaba registrando, según explicó en una de sus conferencias el vocero de la Armada, capitán Enrique Balbi.
Luego se conoció información de la organización especializada en el control de explosiones nucleares en el mundo (CTBTO), con base en Viena, que relevó que ese mismo 15 de noviembre se detectó "un sonido consistente con una explosión" en la zona en la que navegaba el ARA San Juan, en camino a Mar del Plata desde Ushuaia.
Desaparecido desde el 15 de noviembre, la búsqueda del submarino argentino ha sido infructuosa. Buenos Aires ha optado por ofrecer una recompensa a quien halle la nave.
Familiares de la tripulación del ARA San Juan marchan en Mar del Plata el 3 de diciembre de 2017.
Jose Scalzo / Reuters
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A tres meses de la desaparición del submarino argentino ARA San Juan, la incertidumbre sigue consumiendo a los familiares de la tripulación. No obstante el apoyo internacional en intensas semanas de búsqueda, la nave no ha podido ser localizada, y la última medida tomada por el gobierno del país suramericano ha sido ofrecer una recompensa de 98 millones de pesos (alrededor de 5 millones de dólares) a quien pueda dar con su paradero.
Si bien esa idea había sido anunciada la semana pasada tras una reunión del presidente Mauricio Macri con los familiares, la moción fue oficializada por el Ministerio de Defensa este miércoles mediante la resolución 131-E/2018. Allí, además de indicarse el monto, se pone a disposición una dirección de correo electrónico (subsanjuan@mindef.gov.ar) para quienes "quieran suministrar datos".
Desaparición y apoyo internacional
El miércoles 15 de noviembre de 2017, el ARA San Juan estableció contacto por última vez con su base. En ese momento se encontraba navegando en aguas territoriales argentinas, a la altura del golfo de San Jorge y de la ciudad de Puerto Madryn (1.300 km al sur de Buenos Aires). Había partido de la ciudad austral de Ushuaia y se dirigía a Mar del Plata.
Oficialmente se dio por perdido el día jueves 16 por la noche. Allí comenzó la búsqueda de la embarcación y sus 44 tripulantes. En un comienzo, el Estado argentino puso a disposición –para las labores de rastrillaje– dos aeronaves: una Tracker de exploración submarina y un B200 de vigilancia marítima. A ellos se sumaron el destructor ARA Sarandí, dotado con un helicóptero; las corbetas ARA Rosales, ARA Drummond y ARA Espota; un avión Hércules C130 de la Fuerza Aérea argentina y el navío de aviso ARA Puerto Argentino, de la Armada.
A los pocos días se incorporaron a la búsqueda distintos países latinoamericanos, el Reino Unido y EE.UU. con su Comando de Rescate Submarino, dependiente de la Marina de ese país. Lo propio hizo Rusia una semana después. De hecho, este último país es el único que aún persevera en sus servicios para tratar de encontrar el ARA San Juan.
¿Qué pasó?
Al día de hoy, todavía se debate cuáles fueron las causas de que el submarino perdiera contacto definitivamente y todavía no se hayan encontrado sus restos. Una de las primeras hipótesis surgió a partir de la revelación de que la propia tripulación, en una de sus últimas comunicaciones, notificó de una falla en la batería.
A esto se sumó, a los pocos días, el anuncio –por parte de la Armada– de la investigación de una "anomalía hidroacústica" en la zona de búsqueda. Según diversos expertos, esta información permitía considerar la posibilidad de "una explosión dentro del submarino", probablemente generada por un cortocircuito en el bloque de baterías. Finalmente, la Marina argentina confirmó que esa "anomalía" coincidía con "una explosión". Sin embargo, en la zona detectada no se encontró rastro alguno de la nave.
Siguiendo esta línea de investigación, un experto de la Armada estadounidense, Bruce Rule, lanzó en diciembre la teoría de que el submarino quedó "destruido en 40 milisegundos". Debido a la presión generada por navegar a casi 400 metros de profundidad, apuntó Rule, tras la explosión se dio un ingreso de agua al interior del submarino a una velocidad de aproximadamente 2.900 kilómetros por hora. Frente a eso, los tripulantes "no se ahogaron ni experimentaron dolor, la muerte fue instantánea".
Más allá de estas teorías, la falta de confirmación oficial de alguna de ellas ha hecho que surjan historias alternativas que han sido reseñadas por algunos medios argentinos. La que más se ha expandido ha sido la de un supuesto ataque con un torpedo, presuntamente disparado por la Armada Real Británica, tal como sostiene el diario Crónica. Sin embargo, estas elucubraciones carecen de datos o argumentos que puedan sustentar su veracidad.
Consecuencias y reclamos de los familiares
Desde el comienzo de la búsqueda, los familiares de la tripulación cobraron una importante visibilidad. A lo largo de las semanas siguientes al percance se mostraron muy críticos respecto al accionar del gobierno argentino, responsabilizándolo de las muertes (a esas alturas ya confirmadas) y exigiéndole un mayor compromiso en el empeño de hallar el submarino.
El presidente Mauricio Macri reunido con los familiares del ARA San Juan el 6 de febrero de 2018. / Martin Acosta / Reuters
La semana pasada se reunieron por primera vez con el presidente, y de allí surgió la propuesta de ofrecer una recompensa económica para incentivar iniciativas privadas que pudieran tomar parte en los rastrillajes. No obstante, algunos familiares no salieron contentos. "No fue suficiente. Fue lo mismo que la reunión que tuvimos con el ministro Oscar Aguad: nadie nos responde nada", declaró Itatí Leguizamón, esposa del cabo primero Germán Suárez, a FM La Patriada.
Por su parte, el Ejecutivo -además de impulsar la búsqueda en colaboración con otros países- resolvió destituir al jefe de la Armada, Marcelo Hipólito Srur. Fue reemplazado, de forma interina, por el vicealmirante de Infantería de Marina José Luis Villán. También, a mediados de enero, se anunció en el Boletín Oficial la creación de una Comisión Bicameral Especial Investigadora para intentar develar lo sucedido.
En un camino paralelo, la Justicia ordenó allanar una sede de la Armada, así como también el astillero donde había sido reparado por última vez el ARA San Juan. Durante el mes de enero se sucedieron otros allanamientos, llevados a cabo por la Policía Federal con el objetivo de recabar datos que pudiesen dar cuenta de qué pasó con la embarcación. Sin embargo, a tres meses de los hechos, su desaparición sigue siendo una incógnita.
La comisión oficial que investiga la desaparición del submarino argentino ha concluido que la nave presentó una serie de problemas durante un largo período de tiempo.
El submarino ARA San Juan en el Apostadero Naval de Buenos Aires, durante una jornada de puertas abiertas en mayo de 2017.
wikipedia.org / Juan Kulichevsky / CC BY-SA 2.0
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El borrador del informe de la comisión oficial que investigó la desaparición del submarino argentino ARA San Juan, integrada por los contraalmirantes Adolfo Trama y Alejandro Kenny y el capitán de navío Jorge Bergallo —padre de uno de los tripulantes desaparecidos—, ha sido dado a conocer a los medios este viernes.
Los tres expertos designados por el Ministerio de Defensa del país sudamericano concluyen que los momentos finales de la nave estuvieron marcados por una serie de hechos ocurridos a lo largo de varias horas. De esta forma, desmienten la hipótesis inicial, según la cual una explosión acabó con el submarino en 40 milisegundos.
Según el diario La Nación, los integrantes de la comisión llegaron a esta conclusión tras analizar otros casos similares ocurridos antes, dialogar con quienes repararon el submarino, así como con otros expertos internacionales y con la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares, que fue la que detectó la "anomalía hidroacústica" el 15 de noviembre pasado, el último día que hubo contacto con el ARA San Juan.
La nueva teoría
Los especialistas aclararon que la posibilidad de comprobar definitivamente su hipótesis solo sería posible si se encuentra el submarino o sus restos. No obstante, dieron explicaciones sobre lo qué consideran que sucedió.
En primer lugar, se habría declarado un incendio en la proa, concretamente en el tanque de baterías, cuando entró agua a través del snorkel. Esta situación obligó al ARA San Juan a salir a superficie durante una tormenta la noche del 14 de noviembre. El proceso para sacar el humo y el hidrógeno puede haberse prolongado durante horas en un contexto complicado por las condiciones climáticas.
Una vez solucionado parcialmente el problema, la nave volvió a sumergirse para alcanzar la base naval de Mar del Plata y allí continuar con las reparaciones. Sin embargo, en ese momento pudo haberse desatado un nuevo incendio.
Esto habría hecho que la tripulación perdiera el control de la nave, que se habría ido al fondo del mar. En ese contexto se habría producido la explosión detectada por distintos sensores internacionales que, para los expertos del Ministerio de Defensa, se trató de una implosión y de la abolladura del casco provocadas por la presión del agua a tanta profundidad.
Opciones descartadas
En este sentido, desestimaron las teorías que hablaban de fallas previas o de la posibilidad de que hubiera sido embestido por otra embarcación estando en superficie. Asimismo, descartaron la idea de que el submarino sufriera un ataque con torpedos, ya que el registro que hay de la explosión no coincide con ese tipo de acciones.
Al analizar las coordenadas que fue dando la tripulación, los expertos dejaron de lado la posibilidad de que el submarino navegara cerca de las islas Malvinas. Esta hipótesis surgió después de que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, difundiera un informe de la Armada donde se planteaba una ruta que llevaba al submarino a merodear las costas del archipiélago en disputa entre Argentina y el Reino Unido. La Armada ya había rechazado esa versión.
BUENOS AIRES (Sputnik) — Un suboficial de la Armada argentina denunció ante la justicia que sus superiores lo presionaron para que ocultara los intentos de comunicación lanzados desde el submarino San Juan el 15 de noviembre, día en que desapareció en el océano Atlántico, dijo la abogada de familiares de los tripulantes, Sonia Kreischer.
El suboficial primero Rubén Darío Espínola declaró ante la justicia argentina que recibió presiones y que "quisieron sus superiores que la borrara (la anotación en el libro de comunicaciones)", dijo Kreischer, quien estuvo presente en la audiencia en la que el marino declaró como testigo ante la jueza Marta Yáñez que investiga la desaparición del submarino.
El servicio de comunicaciones de la Base Naval de Mar del Plata, en donde Espínola estaba de guardia, recibió en la frecuencia asignada al navío hasta tres intentos de llamada.
"Él (Espínola) escuchó este contacto el día 15, tuvo dos días de franco y lo apuntó el día 18", contó Kreischer.
Pasó un mes hasta que los superiores del marino, entre ellos el teniente de Corbeta Guillermo Conci, "le indujeron a decir que esas señales no pertenecían al submarino", prosiguió la abogada.
Esto se realizó por escrito, a través de la ampliación de un acta, según Kreischer.
"Espínola dejó traslucir que lo apretaron, que sus superiores le hacen responder una serie de preguntas que fueron ordenadas supuestamente por la doctora Yáñez", relató la abogada.
De este modo, el suboficial "terminó diciendo que las señales podían haber sido de una corbeta, cuando hoy (este lunes) aseguró ante la jueza que el contacto provino de un submarino", añadió.
En una audiencia muy tensa, la jueza se enfadó al descubrir que los militares habían utilizado su nombre, mientras que Espínola se mostró muy nervioso, relató la abogada.
Sputnik intentó sin éxito obtener una reacción de la Armada argentina sobre esta acusación.
Tres llamadas
Cuando se produjeron los tres avisos de comunicación, a las 14:18 hora local (17:18 GMT) del 15 de noviembre, el suboficial avisó a Puerto Belgrano (sur), donde se encuentra la principal base naval de la Armada argentina.
"Espínola confirmó hoy los tres intentos de llamada, pero afirmó que no pudo responder por problemas tecnológicos, porque el módem no respondía", añadió la abogada que presenció la audiencia.
Si se produjeron esas señales, "el submarino no podría haber implosionado, por lo que la anomalía hidroacústica que se detectó a media mañana no provendría del submarino", dedujo.
Kreischer representa junto al abogado Luis Tagliapietra a 14 familias de tripulantes, querellantes en la causa que instruye la jueza Yáñez.
En total viajaban 44 tripulantes a bordo del San Juan al momento de perderse su rastro.
El buque informó ese 15 de noviembre en el océano Atlántico sur su última posición a 432 kilómetros de la costa, a la altura del Golfo de San Jorge (sureste), cuando navegaba por el mar Argentino desde Ushuaia (sur) a su atracadero habitual en la Base Naval de Mar del Plata (este).
Hasta ahora se consideraba que el submarino se contactó con tierra por última vez a las 7:19 hora local (10:19 GMT), tres horas antes de que se registrara una explosión a 48,28 kilómetros de su última posición, en coincidencia con el trayecto que cursaba hacia Mar del Plata.
"No tenemos los medios": Ministro de Defensa argentino sobre el rescate del ARA San Juan (VIDEO)
Publicado: 17 nov 2018 14:00 GMT | Última actualización: 17 nov 2018 18:20 GMT
El ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, ofrece una rueda de prensa en Buenos Aires (Argentina), después de que la madrugada del sábado aparecieran los restos del submarino ARA San Juan, que desapareció hace poco más de un año, el 15 de noviembre de 2017, con 44 personas a bordo.
"La profundidad no es pareja, es irregular. El área de escombros es de 80 a 100 metros. Podría haber implosionado o colapsado muy cerca del fondo", continuó Balbi, agregando que la vela se encontraba "a 90 grados a la izquierda del submarino, desprendida, pero no necesariamente separada del casco".
Cómo se informó del hallazgo
Sobre el momento en que le fue comunicado el hallazgo del submarino desaparecido hace justo un año, el ministro Aguad dijo a la prensa que recibió una llamada, la noche del 15 de noviembre: "Me dijeron que la empresa, que se estaba yendo a África, había revisado toda la cartografía y encontrado un punto de interés. Anoche me comunicaron que la imagen era del submarino ARA San Juan".
Enrique Balbi subrayó que solo lograron detectar el punto tras pasar varias veces por allí. "El casco resistente del submarino está en una sola pieza, no está partido", añadió. Esta declaración completa otra afirmación de la Armada Argentina, que indicó que la nave "se partió en varias partes en un área de 80 por 100 metros".
Asimismo, Balbi opinó que la tragedia pudo deberse al hecho de que el submarino alcanzó una profundidad "en la que la columna de agua supera la resistencia del material con el que está construido". Ese tipo de situaciones suelen derivar en la implosión o el colapso de la nave, según aclaró.
El ministro argentino de Defensa anunció que un informe con mayores precisiones técnicas será presentado la próxima semana. Asimismo, al término de su comparecencia, pidió disculpas a los familiares de los fallecidos por haber generado expectativas. "Si fuera un padre de alguna víctima no sabría cómo soportar el duelo. Mis respetos", dijo.
El presidente de la Nación Argentina, Mauricio Macri, decretará un día del duelo nacional en memoria de las víctimas de la tragedia.
Militares argentinos informaron la noche de este viernes que la empresa privada Ocean Infinity encontró los restos de la nave desaparecida hace justo un año, el 15 de noviembre de 2017, durante su recorrido desde la Base Naval Ushuaia hacia el apostadero de la Base Naval Mar del Plata. A bordo del submarino siniestrado iban 44 personas.
BUENOS AIRES (Sputnik) — Los familiares de los 44 tripulantes que navegaban en el submarino San Juan localizado un año después de su desaparición pedirán a la jueza que investiga lo sucedido, Marta Yáñez, que preserven el lugar de hallazgo, señaló en declaraciones exclusivas a Sputnik la abogada querellante Sonia Kreischer.
La letrada, que representa a las familias querellantes en la causa judicial, manifestó sus sospechas de que el Gobierno argentino y la Armada de ese país ya conocían la ubicación del San Juan y sólo ahora la dieron a conocer.
"Pasaron un montón de testigos por la causa, y nos mintieron en la cara diciendo que no sabían, que podía haber pasado esto", sostuvo.
Desde la desaparición del submarino San Juan el 15 de noviembre de 2017, "hay fotos en la que demuestra que pasaron varias veces por ese lugar".
"Barrieron la zona en varias ocasiones", informó.
Hasta ahora no se dio a conocer la localización del buque, encontrado a 907 metros de profundidad en el Océano Atlántico a 500 kilómetros de la costa a la altura del Golfo de San Jorge, "porque no convenía, porque no estaba en condiciones el submarino".
Pero ahora informaron públicamente de su ubicación "por la presión social, ya que tuvieron tiempo para tapar muchas cosas", concluyó.
La abogada se encuentra en el puerto de Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut (sur), que se convirtió en el centro de operaciones durante la búsqueda preliminar de la embarcación cuando desapareció hace un año.
El submarino fue hallado en la zona 1 de búsqueda, la cual ya había sido barrida en varias ocasiones.
El presidente del país, Mauricio Macri, decretará el duelo nacional por el hallazgo del submarino ARA San Juan, informó el ministro de Defensa, Oscar Aguad.
La firma estadounidense encontró la embarcación cuando estaba a horas de abandonar la búsqueda, tras haber cumplido el jueves con los 60 días de rastreo a la que se había comprometido por contrato.
Ocean Infinity cobrará por el hallazgo 7,5 millones de dólares.
El San Juan informó de su última posición cuando navegaba desde Ushuaia (sur) a su atracadero habitual en la Base Naval de Mar del Plata (este) y se encontraba a 432 kilómetros de la costa a la altura del Golfo de San Jorge.
La Armada indicó que el submarino se contactó con tierra por última vez a las 7:19 hora local (10:19 GMT) del 15 de noviembre, aunque después se dio a conocer que el último mensaje se había producido a las 8:52 hora local (11:52 GMT), cuando el buque informó que había ingresado agua de mar por el sistema de ventilación, lo que había provocado un principio de incendio.
Dos horas después, a las 10:51 hora local (13.51 GMT) se registró una explosión a 48,28 kilómetros de la última posición del buque, en coincidencia con el trayecto que cursaba hacia Mar del Plata.
El buque era uno de los tres submarinos con los que contaba la Armada argentina.
Aunque el Gobierno apunta a la falta de medios para recuperar el sumergible, los familiares de los 44 tripulantes están decididos a dar batalla para conseguir el rescate de la nave.
Tras un año y dos días de incertidumbre, la empresa privada Ocean Infinity encontró los restos del submarino argentino ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes a bordo.
La mayoría de los familiares se enteraron del hallazgo en Mar del Plata, a donde se habían trasladado para participar en eventos conmemorativos por el aniversario de su desaparición. Algunos de ellos se dirigieron a primeras horas de la madrugada a la Base Naval local, esperando más detalles y explicaciones por parte de las autoridades y un encuentro cara a cara con el jefe de la unidad militar.
"De acá salieron vivos y acá tenían que llegar, acá tienen que darnos las respuestas que pedimos", afirmó un familiar, según cita La Nación.
"Si de acá zarparon y acá los esperábamos, entonces que el jefe venga y hable aquí con nosotros", exigió Andrea Merelles, esposa del suboficial Gabriel Alfaro Rodríguez.
La aparición de la nave siniestrada reaviva la esperanza de los familiares de averiguar qué pasó y de despedir a sus seres queridos. Pero fuentes gubernamentales apuntan que recuperar el sumergible no será fácil.
"Ahora queremos que nos traigan a nuestros familiares, si hay polvo en el submarino, que nos traigan polvo", exigió Viviana, esposa del suboficial Alberto Arjona.
"Que saquen presupuesto de donde sea"
El ministro de Defensa de Argentina, Oscar Aguad, señaló que el Gobierno no dispone de los medios para rescatar al ARA San Juan, ni siquiera para bajar al fondo del mar. Sin embargo, los familiares de los 44 tripulantes están decididos a dar batalla para conseguir el rescate de la nave.
"Que saquen presupuesto de donde sea, que se lo pidan a sus camaradas, pero hay que traer a los 44", reclamaron los familiares.
Por su parte, Yolanda Mendiola, madre del cabo primero Leandro Cisneros, reiteró: "Ahora nuestro próximo objetivo es lograr que lo saquen". La mujer precisó que en una de las reuniones con los directivos de la empresa les dijeron "que ellos tenían posibilidad de rescatarlo hasta 1.200 metros de profundidad, pero que para eso se necesitaba otro tipo de operativo y que dependían de la decisión de la presidencia".
El funcionario del país sudamericano, Oscar Aguad, aseguró que el accidente "tuvo menos que ver" con el deterioro del navío, que con las supuestas fallas de capacitación. Los familiares de las víctimas calificaron sus dichos como una "vergüenza".
Símbolos en apoyo de los 44 miembros de la tripulación del submarino ARA San Juan en Mar del Plata. 25 de noviembre de 2017.
Marcos Brindicci / Reuters
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El ministro de Defensa de Argentina, Oscar Aguad, aseguró el viernes que el hundimiento del submarino ARA San Juan se debió, entre otras cosas, a la "falta de adiestramiento y renovación de capacidades" de los 44 tripulantes que murieron en el accidente, ocurrido en 2017.
"El hundimiento tuvo menos que ver con un deterioro del submarino y más con una falta de transmisión intergeneracional de la experiencia adquirida. El atraso del país no es gratis para nadie porque todos lo sufren. Las Fuerzas Armadas han tenido largos períodos sin adiestramiento y sin capacitación", sostuvo el funcionario del Gobierno en declaraciones radiales con el programa La Brujula.
Aguad, quien pertenece a la coalición del oficialismo, señaló una "falta de adiestramiento" y de "renovación de capacidades" en los integrantes de la Armada argentina que se encontraban dentro del sumergible. Argumentos que, según su testimonio, fueron remarcados por las pericias de expertos submarinistas, luego de hallar el ARA San Juan, en 2018.
"En el año 95 el submarino tuvo un desperfecto exactamente igual. Estando en el puerto de Mar del Plata, se incendió la sala de baterías y los bomberos tardaron 48 horas para apagar ese incendio. Esa experiencia no se transmitió intergeneracionalmente, porque si no, el día que el Capitán Fernández anunció que había un incendio en las barras de batería, como dice la pericia, debieron tomarse otras determinaciones", afirmó el ministro.
Al finalizar, el ministro de Defensa descartó fallas en la estructura de la nave y aseguró que "el submarino venía de un arreglo de media vida", según los expertos.
El 15 de noviembre de 2017, el submarino de la Armada Argentina ARA San Juan perdió contacto —con 44 tripulantes a bordo—, durante su recorrido desde la base naval de Ushuaia, al sur del país, hacia el apostadero de la base naval de Mar del Plata, en Buenos Aires. Su última señal se registró a la altura del golfo de San Jorge, en aguas argentinas del océano Atlántico, a 432 kilómetros de la costa de la provincia de Chubut. El 16 de noviembre de 2018, a un año de su desaparición, el navío fue hallado por la empresa americana Ocean Infinity.
Reacciones en las redes
Las polémicas declaraciones de Aguad no tardaron en virilizarse por las redes y muchos replicaron sus dichos respecto a la "falta de adiestramiento" de la tripulación como motivo del accidente.
Los familiares de los fallecidos fueron quienes primero criticaron al funcionario y calificaron sus frases como una "vergüenza". También, exfuncionarios del mismo Gobierno, como José Gómez Centurión, tildaron de "ignorancia" las conjeturas realizadas.
De igual forma, periodistas cuestionaron la afirmación del ministro respecto a que el submarino se encontraba en buenas condiciones.