El chileno Cristian Garín ganó dos cetros en sencillos al imponerse en los Abiertos de Córdoba y Río de Janeiro, y el brasileño Thiago Seyboth dominó el Open de Chile, aunque el argentino Diego Schwartzman tuvo el mayor progreso al clasificarse a la Copa Masters de Londres, certamen para los ocho mejores del ranking.
Garín terminó el añocomo segunda raqueta latinoamericana al ubicarse en el puesto 22 de la clasificación profesional, y Schwartzman al frente del ranking por la región luego anclar en el noveno puesto.
El albiceleste llegó hasta las semifinales del Open de Argentina y el Roland Garros y disputó el cetro en Córdoba, Colonia y el Masters 1000 de Roma, y cayó en sus tres presentaciones en la justa londinense.
Los también argentino Máximo González y Horacio Zeballos, y los brasileños Marcelo Melo, Marcelo Demoliner y Bruno Soares festejaron coronas en las justas de dobles.
González triunfó en Adelaida, acompañado por el francés Fabrice Martin, y Zeballos lo hizo en el Open de su país, el de Río de Janeiro y el Masters de Roma, respaldado por el español Marcel Granollers, con quien llegó hasta las semifinales de la Copa de Maestros en Londres.
Por su parte, Melo levantó el trofeo en el Abierto Mexicano y el torneo de Viena, en ambas certámenes jugó con el polaco Lukasz Kubot, Demoliner se impuso en San Petersburgo, apoyado en el juego del neerlandés Matwe Middelkoop, y Soares ganó el único título de la región en un Grand Slam al triunfar en el Abierto de Estados Unidos.
Soares y su compañero de dupla, el croata Mate Pavic, batieron en la final al binomio del croata Nikola Mektic y el neerlandés Wesley Koolhof.
Fuera de América Latina, el serbio Novak Djokovic acabó el año como número uno del mundo, pese a solo conquistar el Abierto de Australia, para igualar el récord del estadounidense Pete Sampras, quien en seis ocasiones cerró el año en la cima del escalafón profesional.
Djokovic también ganó los Masters 1000 de Cincinatti y Roma para llegar a 36 coronas en ese tipo de certamen, otro primado del llamado deporte blanco.
La nota más alta la obtuvo el español Rafael Nadal, quien pese a la falta de ritmo y las molestias musculares alcanzó su título número 13 en el Roland Garros, esta vez bajo una pista cubierta y con frío, para empatar la cota de 20 Grand Slam obtenidos por el suizo Roger Federer.
El austriaco Dominic Thiem y el ruso Daniil Medvedev dieron un salto cualitativo al imponerse en el Open de Estados Unidos y la Copa de Maestros, respectivamente.
Esos triunfos pueden marcar un punto de inflexión y quebrar el dominio ejercido por la triada de Djokovic, Nadal y Federer, incluso cuando este último solo jugó seis partidos en la campaña debido a dos cirugías en la rodilla derecha.
Dentro del circuito femenino, Giuliana Olmos se convirtió en la primera campeona mexicana de la Asociación Femenina de Tenis en su tierra natal.
Olmos, acompañada por la estadounidense Desirae Krawczyk, batieron en la final de dobles de Acapulco a la ucraniana Kateryna Bondarenko y la canadiense Sharon Fichman, para su segundo trofeo juntas.
Otra latinoamericana, la chilena Alexa Guarachi recibió el respaldo de Krawczyk para triunfar en la misma modalidad del Abierto de Estambul y luego ese mismo dúo llegó de manera sorpresiva a disputar la corona del Abierto de Estados Unidos, donde cedieron ante la húngara Timea Babos y la francesa Kristina Mladenovic.
La región cerró con el cetro del binomio conformado por brasileña Luisa Stefani y la estadounidense Hayley Carter en el certamen de Lexington, donde vencieron en el duelo decisivo a la checa Marie Bouzkova y la suiza Jil Teichmann.
En la competición individual, la argentina Nadia Podoroska acaparó los reflectores por América Latina y el Caribe al convertirse en la gran revelación.
Nacida el 10 de febrero de 1997, Podoroska abrió el año posición 255 del listado mundial y solo enrolada en los torneos menores de la Federación Internacional de Tenis.
Sin embargo, su eclosión llegó en el Roland Garros, cuando saltó desde la fase previa, hasta semifinales para escalar al peldaño 48 del ranking e inscribir su nombre en el tenis de su país y de Latinoamérica.
El tour para damas abrió la temporada con 16 campeonas diferentes de Grand Slam en sus filas y ese número creció con la incorporación de la estadounidense Sofia Kenin y la polaca Iga Swiatek.
La norteamericana había dado señales de su potencial con un juego estable, mientras la europea dio la gran campanada del año al ganar el Roland Garros desde un puesto fuera de los 50 primeros del escalafón profesional y sin ceder un solo set en 15 días.
Una exnúmero uno del mundo, la japonesa Naomi Osaka, se reencontró con su mejor tenis después de resultados inestables para levantar el tercer trofeo de Gran Slam de su carrera en igual cantidad de finales, al imponerse en el Open de Estados Unidos 2020.
Con anterioridad triunfó en el principal certamen norteamericano en el 2018 y el Abierto de Australia 2019.
Los amantes del deporte blanco deberá esperar al menos un año más para poder presenciar el título número 24 de Grand Slam de la estadounidense Serena Williams, quien no disfrutó de un año a la altura de su clase.
Pese a todo, estuvo a punto de entrar entre las 10 primeras de la clasificación mundial al terminar la temporada en el peldaño 11.
La australiana Ashleigh Barty acabó su campaña en lo más alto del escalafón universal, pese a no disputar ningún torneo desde febrero, seguida de la rumana Simona Halep, segunda, y Osaka, tercera.
jdg/am
(*) Periodista de la redacción deportiva de Prensa Latina.