Disparos en el Capitolio, congresistas evacuados, toque de queda en la capital y disturbios en las calles. Estados Unidos vivió su peor pesadilla y los republicanos son los únicos responsables de la crisis. En una maratónica jornada que se suponía debía transcurrir sin incidentes, el presidente intentó un golpe de Estado. ¿Qué sigue ahora?
Estas dos semanas serán intensas. El Congreso retomará sus labores y reconocerá a Biden como el presidente de la nación, quien en un mensaje, lamentando la situación en el Capitolio, llamó a la calma.
“Prevaleceremos. El trabajo de este momento y el de los próximos cuatro años tiene que ser la restauración de la democracia”, concluyó el presidente electo.
Por otro lado, se avecina una tormenta aún mayor. La representante demócrata Ilahn Omar comunicó en la tarde del miércoles que ya estaba redactando los artículos necesarios para un nuevo juicio político al presidente. Esta vez el cargo sería mucho más grave que los presentados en 2018: conspiración por sedición. La muerte de una mujer en medio de la insurrección solo complica el panorama para el presidente. Él es el principal responsable de la situación.
No hay que olvidar que todo esto llegó la misma semana en la que se divulgó una llamada en la que Trump le rogó a un funcionario electoral de Georgia que le ayudara a “conseguir” los votos necesarios para revertir el resultado electoral. Razones para enjuiciar al mandatario sobran.