Uno de los capítulos más oscuros de la guerra en Colombia es el exterminio de los militantes de la Unión Patriótica, una fuerza política surgida en 1985 producto de los acuerdos de paz entre el Gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) y la entonces guerrilla de las FARC.
La naciente colectividad convocó a diversas tendencias de la izquierda colombiana, pero al tiempo que se abría paso en la vida política sus militantes empezaron a ser asesinados. El Centro Nacional de Memoria Histórica señaló que entre 1984 y 2002 fueron asesinados al menos 4.153 integrantes de esta colectividad.
Este largo rosario de militantes asesinados incluyó a dos de sus presidentes: Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo; el dirigente de la Juventud Comunista José Antequera; nueve de los 14 congresistas elegidos en 1986; 11 diputados, 109 concejales y al menos ocho alcaldes.
Una matanza que hizo que la UP desapareciera de los tarjetones y perdiera su aval como partido, así como justificó el retorno de las FARC a las armas. Una de sus sobrevivientes es Aída Avella, presidenta de la colectividad en los años 90, hoy senadora de la República y dirigente de esta colectividad, que luego de un fallo de la Justicia colombiana recobró su personería jurídica.
Quién es Aída Avella
Regresó a Colombia en noviembre de 2013 para retomar la presidencia la UP, luego de que en julio de ese año un fallo del Consejo de Estado reconoció la persecución que padecieron y le devolvió la personería jurídica a este partido, que perdió en medio de la zozobra y la estigmatización de esos años.
En 2014 la Fiscalía General de la Nación declaró crimen de lesa humanidad el asesinato de militantes de la UP y hoy el proceso contra el Estado colombiano está a la espera de un fallo en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En las elecciones de 2018, la UP participó de una alianza de fuerzas políticas y alcanzó una curul en el senado. Curul que ocupa Aída Avella.
Entrevista a Aída Avella
En diálogo con Sputnik, Avella dio su opinión sobre la más reciente revelación del periodista Alberto Donadio, quien ha investigado la participación de la inteligencia israelí en Colombia y denunció recientemente que uno de sus más importantes espías, Rafi Eitan —asesor de seguridad y amigo del presidente colombiano Virgilio Barco (1986- 1990)—, habría recomendado al mandatario colombiano exterminar a la fuerza política de izquierda que nació de un acuerdo de paz entre el Estado y la guerrilla.
Eitan fue un importante espía del Mossad, nacido en la actual Palestina en 1926 y fallecido en Tel Aviv en 2019. En 1960 dirigió la cinematográfica operación de secuestro en Argentina del criminal de guerra nazi Adolf Eichmann, llevado a Israel donde fue procesado y condenado a muerte. Luego Eitan se especializó en la llamada "lucha antiterrorista" en todo el mundo y dirigió la oficina de Relaciones Científicas, otra agencia de espionaje al servicio de Israel.
La revelación ha causado revuelo en la política del país suramericano. Barco murió en 1997 con un avanzado alzhéimer; sus principales colaboradores tampoco están vivos y los que quedan han salido en su defensa y afirman que Barco fue un demócrata. Sobre la supuesta orden del jefe de Estado de exterminar a la UP no hay mayores evidencias, pero sí las hay sobre la responsabilidad del Estado que vio cómo asesinaron a cientos de militantes de este partido. Incluso, está probada la participación de agentes de Estado, en complicidad con fuerzas paramilitares, en muchos de estos crímenes aunque en su mayoría los procesos penales siguen en la impunidad.
Sobre esta tormenta que vive Colombia habló Avella, quien no pudo evitar romper en llanto al rememorar esos días de muerte. Aseguró que siempre supo de la participación de los Estados Unidos en el exterminio de la UP a través de la Operación Cóndor, que impulsó la persecución del comunismo en América Latina, asesinando a sus militantes y promoviendo golpes de Estado como los de Chile, Argentina y Brasil. Pero no imaginó que el Mossad, la agencia de inteligencia Israelí, también tuviera sus manos metidas en la guerra colombiana.