"Me siento bien, emocionada y a la vez un poco nerviosa, pero positiva", dijo la enfermera Sandra Ríos del Hospital Japonés tras ser inoculada con la vacuna rusa, parte de un primer cargamento de 20.000 dosis.
En el acto transmitido por la televisión estatal, Arce estuvo de pie al lado de Ríos mientras ella recibía la vacuna, tras un trámite en el que dejó constancia de su aceptación voluntaria y el compromiso de recibir en 21 días una segunda dosis.
Arce entregó al cierre del acto certificados de vacunación a los beneficiarios, quienes fueron supervisados durante media hora cada uno tras recibir la Sputnik V, sin que se reportaran reacciones negativas u otras dificultades.
El presidente de Bolivia proclamó que ya veía "luz al final del túnel" al inaugurar, con un primer lote de vacunas Sputnik V, la campaña nacional de imunización contra la COVID-19.
"Hay luz al final del túnel, ésta [la vacunación] es una solución estructural para la pandemia, ya no es un paliativo, un aguante, una resistencia", dijo Arce.
La vacunación arrancó en la capital del departamento más golpeado por la pandemia y cuando el país sufría un rebrote de COVID-19 reflejado en tres días seguidos con más de 2.000 casos nuevos que elevaron el total acumulado 210.726 contagios, con 10.226 decesos, hasta el 28 de enero.
El primer lote de 20.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el COVID-19 arribó a Bolivia el 28 de enero. Son parte de 5,2 millones de dosis de esa vacuna del centro ruso Gamaleya compradas por el Gobierno boliviano, como insumo inicial de una campaña para inmunizar este año contra el COVID-19 a todos los bolivianos mayores de 18 años