¿Alguna vez pensaste que tu cuerpo es sagrado? ¿Y que el acto sexual es
un ritual maravilloso? El juego del amor es algo tan profundo que son
muy pocos los que se atreven a jugarlo de verdad. Aquí y ahora el juego
está abierto.
La metafísica de lo erótico
El cuerpo es un templo, un lugar sagrado, es el espacio donde el
universo hace su reverencia.
El sexo, cuando es sagrado, integra la mente y el cuerpo, como una
celebración a la vida misma. Y refleja la manera que juegan las energías
de dos personas que se encuentran para amar.
Cuando se descubre que el cuerpo es el templo del alma la sexualidad se
convierte en una gran puerta hacia posibilidades para el gozar de un
modo trascendental. Quizás no sea un sendero para todos, pero sí es el
camino único para aquellos que desean alcanzarlo. Para lograrlo existen
ejercicios y técnicas que puede realizar la pareja como complemento del
acto sexual.
El poder de la verdad
El poder de la palabra tiene mucha fuerza espiritual y concreta en una
relación, por eso es importante que la pareja realice el siguiente
ejercicio: Tomen asiento uno frente al otro y, por turnos, hagan las
preguntas que necesiten para aclarar o evaluar con detenimiento cómo
está funcionando el vínculo erótico y afectivo para ambos. Cuando uno de
los amantes responde, traten de agradecer cada respuesta, porque es una
forma de abrirse y aceptar mejor la entrega del otro.
Las preguntas pueden ser:
¿Qué esperas de nuestra relación que hasta ahora no hayamos alcanzado?
¿Sientes que cuándo te acaricio toco tu corazón?
¿Percibes que todo lo que hacemos ayuda a nuestra evolución?
El goce que sentimos unidos es total, pero ¿todavía hay más para
entregar?
Procura que las respuestas sean cortas, por ejemplo:
"Todos los aspectos de mí mismo en la relación han sido hasta ahora..."
"Deseo establecer una relación más íntima..."
"Busco sentirme más pleno y voy logrando contigo..."
Continúen repitiendo la misma pregunta hasta que no haya nada más que
decir sobre ese tema. Cuando finalicen, traten de encontrar los puntos
que comparten y aquellos que resultaron más importantes, conmovedores o
sorprendentes. Si realizan este ejercicio con frecuencia sentirán una
comunión interna entre ambos.
Rituales amorosos
Los rituales sexuales pueden tener efectos maravillosos en una pareja. Y
la experiencia de realizarlos como actos creativos y verdaderos puede
cambiar hondamente el sentido de hacer el amor.
El ritual tiene la función de nutrirnos pero no necesita adoptar un
carácter formal. Por eso deben ser simples y atractivos desde un punto
de vista estético y espiritual. Flexibles. Que todos los sentidos se
encuentren involucrados.
Las cosas se pueden hacer son:
Compartir una ducha con aromas exóticos.
Masajes descubriendo las zonas más eróticas.
Cantar juntos, bailar o componer música.
Meditar o rezar antes de iniciar otro tipo de contacto.
Realizar una relajación mental y corporal que permita abandonar lo
mundano y tomar conciencia de su legítima naturaleza.
Trabajar con la energía a través del funcionamiento de los chakras.
Se debe cambiar el ritual cuando no consigue el efecto deseado o aquel
que la pareja busca. La duración y la frecuencia de los rituales deben
ser determinado por ambos. Ya se trate de rituales energéticos o
eróticos, lo que se pretende es crear un espacio en el que los amantes
se unan mediante la experiencia sagrada del sexo.
Un vínculo sexual es un movimiento misterioso de energías que se
combinan en muchas dimensiones.
Acéptate a ti mismo y a tu amante. Mueve tu sensibilidad con
profundidad, con lucidez, con amor, con comprensión y llegarás a
penetrar en el espíritu del sexo.