De: Kerubina (Mensaje original) |
Enviado: 23/02/2009 08:35 |
Dicen que era un piloto experimentado. Horas de vuelo en su haber. Pero
que nunca le había sucedido una experiencia semejante.
Sobrevolaba el océano con su avioneta a hélice cuando lo sorprendió un
ruido extraño debajo del asiento. Una inmensa rata, correteaba entre sus
pies. Fueron los minutos más patéticos de su carrera como piloto aéreo.
Un sudor frío recorrió su espalda mientras buscaba desesperadamente un
lugar donde aterrizar de emergencia, detalle bastante difícil si tenemos
en cuenta que volaba sobre el mar.
Y fue entonces que se le ocurrió un plan alternativo.
En vez de buscar un sitio para aterrizar, decidió levantar más altura.
Se elevó por encima de lo que jamás había volado, y la rata, que no
soportó la presurización, murió en el acto.
Hubiese dado cualquier cosa, porque alguien me contara esta historia,
cuando era mas joven. Cuando estaba pendiente de todas las críticas.
Cuando me importaba demasiado el “qué dirán”. Supongo que de haber oído
la historia del piloto, hubiese logrado mucho más de lo que El Señor me
demandaba por aquel entonces.
Siempre existirán las críticas constructivas y serán bienvenidas. Pero
también estarán los roedores, aquellos que sólo corretean entre los pies
de los que andan en las alturas.
Por algo, el genial Maxwell dice “Cuando quieras emprender algo, habrá
mucha gente que te dirá que no lo hagas, cuando vean que no te pueden
detener, te dirán cómo lo tienes que hacer, y cuando finalmente vean que
lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti”.
A esos miles de pioneros, a los que pagan el precio de la crítica, a los
que viven diez años adelantados, a los que están en la vanguardia, a
los que se arriesgan a una milla extra, a los que no miden los costos, a
los que provocan los éxitos; a todos ellos, les dedicamos esta
historia.
Cuando sientas a los roedores, sube más alto.
Las ratas nunca soportarán la altura. |
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