Hastìo, aprèstate raudo a marchar,
pesas angustiante en mis pàrpados,
no hay tiempo, no te pongas a meditar.
Somos del mundo, transeùntes halados.
Encontrar mis tuyos besos dibujados,
nebuloso pajonal del pensamiento,
sentirnos cerca, apretujados,
sin apartarnos, aunque sople viento.
Adormitado, soñando, son ideas ambiciosas,
no està en riesgo tu preciada libertad,
te admiro por sobre todas las cosas,
despertar, es volver a la realidad.
Anhelè vivir inèdito prefacio silente,
tuyo o mìo sin descolgar viejos telones,
ahora que aùn la arritmia siente,
mitigar la soledad de estos corazones.
.
Desempolvar las crujientes perezas,
sedientas de contener el lagrimear,
es justo, hay que limar asperezas,
confesarnos mutuamente es amar.
Contemplaràs, entre pètalos dispersos,
el añejo abstracto de un gemido,
el àmbar dolorido de estos versos,
de mi jardìn, por el viento estremecido.
Leca.-Navegante