Recordarás a Jackie Robinson el primer hombre de color que jugó en las ligas mayores de baseball en su primera temporada con los Dodgers de Brooklin.
Robinson se enfrentó con serpientes casi a donde quiera que viajaba. Algunos pitchers tiraban pelotas rápidas a su cabeza.
Los corredores lo injuriaban en las bases, frases brutales se escribían en tarjetas o dichas desde bancas de jugadores (dugouts) opuestas.
Aun la gente de casa en Brooklin lo veía como objeto de reproche (rechazo) durante un juego en Boston, los insultos raciales llegaron a un punto crítico.
Para empeorar la situación Robinson cometió un error y permaneció humillado en la segunda base mientras que los fans le gritaban insultos.
Otro Dodger, un sureño, hombre blanco, llamado Pee Wee Reese, pidió tiempo fuera, caminó desde su posición hacia la segunda base de Robinson, y con la multitud viéndole, puso su brazo alrededor del hombro de Robinson.
Los fans se callaron. Robinson más tarde dijo que el brazo sobre su hombro salvó su carrera.
A veces en la vida un pequeño gesto puede salvar una carrera, una profesión o el sueño roto de alguien. No detengamos nuestro paso cuando impulsados por Dios podemos ser bendición a otro.
Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 2 Crónicas 32:7
Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. 1 Tesalonicenses 5:11
Diciembre 17, 2010 |
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Reflexiones Cristianas |
¿Ha pensado alguna vez en lo que dirán de usted después de su muerte? ¡Vaya pregunta! ¡La mayoría de nosotros huye del tema como los niños le escapan a la sopa, las inyecciones y la medicina! Sin embargo, la triste verdad es que nuestra vida terrenal es muy limitada. Por eso, reformulo la pregunta de la siguiente manera: ¿vive cada día como alguien trascendente, que deja una huella en las vidas de quienes lo rodean?
A fines del año 2002 falleció mi querido abuelo Pascual Arabia, uno de los últimos artesanos especializados en relojes antiguos en San Francisco, EUA. Deseo compartir con usted algunas líneas que escribí en ocasión de su funeral, tituladas: "Palabras Para Nuestro Abuelo".
"Te queremos, recordado abuelo. Es muy difícil, por no decir imposible, pedirle a las letras que se unan para expresar en palabras lo que sentimos en lo más hondo de nuestros corazones. Siempre te esforzaste por los que más amaste, e invertiste constantemente en nosotros el fruto de tus horas dedicadas en aquel pequeño escritorio de trabajo. ¡Cómo no darle gracias a Dios por tu vida! ¡Quién podría omitir de la historia la realidad de tu generosidad!
Te extrañamos, bondadoso abuelo. ¡Cómo borrar de nuestra memoria todas las enseñanzas que nos diste! Porque mientras anduviste por esta tierra tu ejemplo de vida y tus palabras dejaron una gran marca en nuestra forma de ver al mundo. ¡Y qué decir de aquellas largas charlas juntos! ¡Siempre extraías una lección para nuestro bien!
Te decimos gracias, querido abuelo. Para nosotros, tus nietos, es muy triste despedirte. ¡Vaya que no es sencillo decirte adiós! ¿Pero sabes una cosa? El mejor tango que hemos escuchado no es "Mi Buenos Aires Querido", "La Cumparsita", "Sur" ni "El Choclo"... La música que siempre resonará en nuestros corazones y guiará muchas de las decisiones que tomaremos en nuestros caminos será el glorioso tango de tu vida, escrito y dirigido por Aquel que no te abandonó hasta el último suspiro: Dios.
Por eso, nuestro sentir se resume en la siguiente expresión: ¡Te vamos a imitar, amado abuelo!"
La Biblia dice: "Dios, enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría" (Salmo 90:12). Cuando usted toma muy en serio el hecho de ser una persona trascendente, hasta el mínimo acto de su voluntad se verá afectado de manera positiva. ¡Vamos! Hoy puede ser un nuevo comienzo para su vida!
Cristian Franco
Diciembre 16, 2010 |
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Reflexiones Cristianas |
Alguna vez hemos tenido un perro en casa y quizás hemos ignorado lecciones silenciosas que esos animales nos dan, por ejemplo:
Nunca pierda la oportunidad de salir de paseo.
Experimente la sensación del aire fresco y del viento en su rostro por placer.
Cuando alguien que ama se aproxima, corra a saludarlo.
Practique la obediencia.
Haga saber a los otros cuando están invadiendo su territorio.
Siempre que pueda duerma una siesta y desperécese al levantarse.
Corra, salte y juegue a diario.
Coma con gusto y entusiasmo, pero pare cuando esté satisfecho.
Sea leal siempre.
Nunca pretenda ser algo que no es.
Si lo que desea está enterrado, cave hasta encontrarlo.
Cuando alguien estuviere pasando un mal día, quédese en silencio, siéntese próximo a él y, gentilmente, intente agradarlo.
Cuando llame la atención, deje que alguien lo toque.
Evite morder cuando apenas un gruñido podría resolverlo.
En días templados, recuéstese de espaldas sobre la hierba.
En días calurosos, beba mucha agua y descanse bajo un árbol frondoso.
Cuando estè feliz, salte y sacuda todo el cuerpo sin inhibiciones.
No importa cuantas veces lo censuren, no se martirice con culpas que no tenga y no se ponga mal, corra inmediatamente de vuelta a sus amigos.
Alégrese con el simple placer de una caminata.
Aprenda del perro, pero no tenga una vida de perro. Viva como un hijo de Dios. Dios es tu Padre y tienes que vivir como Hijo del Padre Celestial.
Os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados. Efesios 4:1.
Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre. Juan 1:12
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