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General: Vampiros Emocionales
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Georgina  (Mensaje original) Enviado: 23/03/2011 21:32
Compartir con estas personas te deja agotada mentalmente, deprimida,
con el ánimo apagado. Incluso un nuevo estudio sugiere que son
negativas para tu salud

Por suerte, puedes neutralizarlas. Vampiros emocionales. De acuerdo,
el término es bastante dramático, y algunos dirían que hasta excesivo…
pero después de un encuentro —por breve que sea— con uno de estos
individuos, todos estamos de acuerdo en que es el único que realmente
los describe. Después de tratarlos, nos sentimos como si una especie
de ‘Drácula síquico’ nos hubiera drenado emocionalmente, dejándonos
deprimidos, sin energía, con el ánimo apagado.
Todos conocemos por lo menos uno. ¿No lo crees? Haz una prueba
sencilla: ¿Existe alguien que evitas o rehúyes, sea en persona o por
teléfono? ¿A quién te cuesta mucho trabajo devolverle una llamada,
porque la sola idea de hablar con él o ella te cansa? Después de
compartir con cierta persona, por ‘agradable’ que haya sido el
encuentro, ¿te quedas tensa, molesta o agotada… y muchas veces ni
siquiera entiendes por qué?

Si has respondido que sí a cualquiera de estas preguntas, no lo dudes:
estás lidiando con un vampiro emocional. Lo insidioso de este
problema, es que puede ser un desconocido… o un ser querido: el padre,
el esposo o la mejor amiga. De igual manera, la relación puede ser
cercana o distante; la persona agradable o desagradable… pero el
efecto que tiene sobre ti siempre es tóxico.
Existen dos clases de vampiros emocionales —ambos igualmente tóxicos—
que debes aprender a reconocer.

Amenaza invisible

El primero es el vampiro invisible. Y es que muchas veces, el
comportamiento de estas personas no es abiertamente tóxico, por
decirlo de esta forma. Por lo tanto, es difícil reconocerlas y
‘neutralizarlas’. Después de todo, son pocos los que no captan cuando
alguien se comporta de una manera grosera o desagradable con ellos, o
cuando trata de ofenderlos de acción o de palabra. Pero dicen que no
hay peor contrincante que un enemigo invisible, y es verdad. Muchos
vampiros emocionales operan ‘por debajo del radar’. En otras palabras:
su comportamiento tóxico no es evidente; este se oculta detrás de una
actitud o unas palabras inocentes. Esto se debe a que ellos envían
‘mensajes dobles’, que es el arte de decir una cosa aparentemente
inocua, e insinuar otra muy diferente. Por ejemplo:
‘Qué bien te queda ese vestido’, dice tu ‘mejor amiga’… antes de
agregar: ‘Incluso te hace cintura’. ‘Qué bien te ves… para tu edad’.
Este tipo de comentario también se conoce como ‘el dulce envenenado’,
porque, detrás del elogio, siempre hay una crítica implícita.

El vampiro solapado también suele recurrir al humor como una forma de
atacarte sin dar la cara ni sufrir las consecuencias. La regla que
funciona aquí es la siguiente: si él o ella bromean con que tienes
sobrepeso o no encuentras pareja… no debes ofenderte, porque se trata
de una broma.
Cuando Susana, un ama de casa de 32 años, le pidió a su suegro que no
le hiciera más chistes sobre su peso, él no solo le hizo sentir que
ella era una acomplejada sin el mínimo sentido del humor… ‘sino que
acabó dándome cátedra sobre la importancia de quererme tal como soy. O
sea, que el problema acabé siendo yo’, contó, indignada.
El lenguaje corporal también es una estrategia muy común de los
vampiros emocionales. Te dicen ‘Respeto tu decisión’… con una sonrisa
cínica en la cara; juran que te aprecian… con los brazos cruzados; te
piden que les creas… y desvían la mirada (a veces el gesto es tan
sutil, lo que los sicólogos llaman una microexpresión, que no lo
captas a nivel consciente; pero sientes que algo simplemente no
‘cuadra’). Ellos te dicen una cosa, pero tú percibes todo lo
contrario. Esta discordancia crea una confusión interior que, a la
larga, te drena.
Vale aclarar que, muchas veces, el vampiro emocional no opera a nivel
consciente; no sabe el efecto que tiene en los demás. Simplemente, es
su forma de ser. Como también ocurre con el segundo ejemplar.

Vampiro a la vista…

La segunda clase de vampiro emocional es más fácil de detectar, pero
no menos difícil de sobrellevar. Estos son algunos de los ejemplares
más comunes, de acuerdo con las teorías de las expertas en relaciones
interpersonales Cheryl Richardson, autora de Take Time for Your Life
(Toma tiempo para tu vida) y la doctora Lillian Glass, autora de Toxic
People (Gente tóxica).

Los negativos. Ven el mundo a través de lentes oscuros. Y a ti te toca
la ardua tarea de elevarles el ánimo, lo cual es como subir una piedra
montaña arriba. ‘Tengo que buscar trabajo’, dice ella. ‘Ahora hay
muchas oportunidades en tu campo’, le dices tú. ‘Sí, pero a mi edad…’,
apunta ella. ‘La experiencia vale de mucho’, señalas. ‘Ay, pero las
empresas prefieren personas jóvenes…’. Llega el momento en que tú, que
tratabas de animarla, acabas más deprimida que ella, y temiendo por tu
futuro laboral.

Los quejosos. Se pasan la vida lamentándose de lo mismo —y ‘lo mismo’
puede ser la pareja, el empleo, los hijos, la economía—, pero nada
hacen para cambiar la situación. En realidad, esta persona solo quiere
quejarse, pues esto le produce un alivio momentáneo. ¿Tú? Después de
una sesión maratónica de quejas, en la que al final nada se resuelve,
acabas drenada.

Los criticones. Ponen objeción a todo lo que dices y haces; para
ellos, tú nunca das la talla. Por supuesto, insisten en que las
críticas son ‘por tu bien’. Pero la realidad es que te dejan por el
piso.
Por regla general, estas personas le encuentran un defecto a todo: la
película, la cena, el servicio en el restaurante… ¡Son irritantes y
¡agotadoras!

Los belicosos. Cualquier incidente, por mínimo que sea, provoca en
ellos una reacción agresiva. Sientes que debes vigilar lo que dices o
haces, para no encender la pólvora, porque cuando estallan, ¡arde
Troya! Esto apaga tu espíritu.

Los débiles e indefensos. Constantemente necesitan que hables por
ellos, los defiendas, los apoyes, los protejas… porque ellos,
pobrecitos, no saben valerse por sí mismos. Pero, sin duda, llevar
todo ese peso sobre tus espaldas te quita hasta la última gota de
energía. ¿Ellos? Tranquilos y felices, porque no tienen que hacerse
responsables por sí mismos.
En este grupo hay que incluir a los ‘poca cosa’ que practican la
agresión pasiva; esos que, después de un desacuerdo, te juran que no
te guardan rencor… pero luego se olvidan, por ejemplo, de pasar por ti
a la hora acordada. Es su forma indirecta de castigarte.

Los sarcásticos. Sus comentarios —crueles, burlones, en fin:
sarcásticos— pueden resultar chistosos, pero cuando ese humor negro
siempre va dirigido a ti, acaba por minar tu espíritu. Después de una
sesión de ironías y comentarios ácidos, te sientes dolida e insultada.
Su humor hiriente es tóxico para el alma, porque siempre golpea donde
más duele.

Los catastróficos. Siempre están hablando de huracanes, enfermedades,
muertes, desgracias y colapsos económicos. Para ellos, la vida es un
peligro inminente, y si algo va a ocurrir, seguramente será muy malo.
Cinco minutos con ellos acaban con tus nervios.

Un peligro real

Daniel Goleman, autor del best seller internacional La inteligencia
emocional, nos asegura que el efecto que nos causan estas personas va
más allá de una molestia momentánea. De acuerdo con su último libro,
Social Intelligence (Inteligencia social), nuestros intercambios
diarios con la pareja, los hijos, el jefe y aun con extraños, moldean
la estructura física de nuestro cerebro a nivel celular; esto, a su
vez, afecta todas las células del cuerpo, efectuando cambios incluso a
nivel genético. En otras palabras: nuestra reacción ante los demás
tiene un impacto biológico en nuestro organismo, ya que durante un
contacto social segregamos hormonas que afectan desde nuestro corazón
hasta nuestro sistema inmunológico. Según Goleman, las buenas
relaciones son como una vitamina; las malas, como un veneno. Y no solo
eso: las emociones ajenas son contagiosas, lo mismo que un catarro.
¿Entiendes ahora por qué es tan importante neutralizar a los vampiros
emocionales?

LOS PASOS CLAVES

1- Reconocerlos. Determina en qué categoría cae esa persona que te
deja drenada anímicamente. De esta manera nunca te toma desprevenida,
pues ya sabes cómo opera.

2- Mantener el balance interior. Para evitar el contagio, muchas veces
entender por qué esa persona tiene ese efecto sobre ti, te ayuda a
protegerte de su influencia negativa. Cuando sabes que es ella, y no
tú, la que tiene un problema (porque es negativa, belicosa,
catastrófica, etc.), puedes mantener una distancia emocional que te
permite observar su comportamiento ‘desde afuera’, sin que te afecte.

3- Alejarte. Si esta persona no es esencial en tu vida, puedes diluir
la relación. Muchas veces la costumbre nos ‘ata’ a amistades tóxicas.

4- Sanar la relación. Si la relación es importante para ti, Cheryl
Richardson aconseja que le dejes saber a esa persona de qué manera te
está afectando. No se trata de enfrentarla, herirla ni atacarla. En el
momento oportuno, cuando ambas estén en buenos términos, debes
llamarla aparte y dejarle saber que, justamente porque la quieres y
valoras la relación, tienes algo que decirle. ‘Cuando haces/dices tal
cosa, yo me siento tensa/triste/ansiosa/ofendida. Te pido que no lo
hagas más’. Esto puede iniciar un diálogo muy sano para las dos.


ARTÍCULO GRATAMENTE RECIBIDO Y COMPARTIDO. ESTE TIPO DE GENTE SE
CONVIERTE EN UNA ENFERMEDAD, UNA NUBE NEGRA, UNA PIEDRA EN EL ZAPATO.
PERO ME PARECE MÁS IMPORTANTE TOMAR CONCIENCIA DE QUE NO SEAMOS
NOSOSTROS TAMBIÉN “VAMPIROS EMOCIONALES”. ADMITO QUE MUCHAS VECES LO
DEBO HABER SIDO, SOY CONCIENTE DE ESO. PERO ME TOCÓ ESTAR CERCA DE UN
“VAMPIRO INVISIBLE” Y ESO SÍ FUE UNA CONDENA DE LA CUAL CASI NO SALGO
CON VIDA. CONSEJO: OBSERVÉMONOS A NOSOTROS MISMOS PARA NO SER GENTE
TÓXICA Y ALEJÉMONOS DE AQUELLOS QUE NOS INTOXICAN. AMARSE A UNO MISMO
ES EL MEJOR REMEDIO.




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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Dream7 Enviado: 30/03/2011 16:38
EXCELENTE TEMA GEORGINA PARA EL CHAT , UN SALUDO
 
Tambièn existen personas que cuando hablamos con ellas nos llenan de energìa
, nos dejan un sentimiento de bienestar o de alivio , son personas que han conquistado su paz interior que han calmado su alma , personas que sòlo por hablar con ellas sanan nuestras heridas pero hay que estar atentos , en el chat hay personas asi no hacen mucho ruido pero si pueden hacer mucho bien , saludos

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Katrala Enviado: 30/03/2011 18:44
Qué interesante, me quedo siempre con la gente positiva, buena onda y tira pa´rriba...a algunas les tengo paciencia, a otras simplemente no la pesco, su energía no me lo permite.
 
Saludos a todos, yo


 
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