Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

۞۞۞ ElCirculoMagico۞۞۞
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 RADIO MAGIC 
 MUNDO DESCONOCIDO 
 Actualidad RT 
 CHAT EN BUZZEN 
 LA GRANJA HUMANA 
 MIRAR DE NUEVO 
 EL CUARTO CAMINO 
 
 
  Herramientas
 
General: FALLECIO EL ESCRITOR ERNESTO SABATO
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: Intensa  (Mensaje original) Enviado: 01/05/2011 02:53



Primer  Anterior  2 a 4 de 4  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: Intensa Enviado: 01/05/2011 03:16


   Ernesto Sábato nació en Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911. Hizo su doctorado en física y cursos de filosofía en la Universidad de La Plata. Trabajó luego en el Laboratorio Curie, en París, y abandonó definitivamente la ciencia en 1945 para dedicarse exclusivamente a la literatura.
    Ha escrito varios libros de ensayos sobre el hombre en la crisis de nuestro tiempo y sobre el sentido de la actividad literaria -El escritor y sus fantasmas (1963), Apologías y rechazos (1979)-, y tres novelas: El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961), y Abbadón el exterminador (1974).

    Dice Sábato: "Puede parecer un acto de horrible esnobismo que tres crisis fundamentales de mi vida se sucedieran en París, pero efectivamente así fue. La primera se produjo en el invierno de 1935, cuando yo era un muchacho de 24 años. Desee 1930 milité en la Juventud Comunista, cuando la dictadura del general Uriburu. Abandoné estudios, familia y mis comodidades burguesas. Viví con nombre supuesto en La Plata, en cuyos suburbios estaban los dos frigoríficos más grandes del país, donde se explotaba despiadadamente a toda clase de inmigrantes, que vivían amontonados en tugurios de zinc, rodeados de pantanos de aguas podridas. Repartíamos manifiestos, participábamos de la organización de huelgas. Hacia 1933 fue ya secretario de la Juventud Comunista, cuando habían empezado mis dudas sobre el estalinismo, y entonces resolvieron mandarme a las Escuelas Leninistas de Moscú, a purificarme. Si hubiese ido, no habría vuelto jamás vivo. Tenía que pasar previamente por Bruselas, por un congreso contra el fascismo y allí supe con horrendos detalles de los "procesos" de Moscú. Me escapé a París, viví un invierno muy duro en la piecita de un compañero disidente, mientras el partido me buscaba. Logré volver a la Plata, donde proseguí mi carrera en física-metemática. Cuando terminé mi dieron una bourse para trabajar en el laboratorio Curie, donde trabajé durante casi un año y, allí en París, asistí a la ruptura del átomo de uranio, que se disputaban tres laboratorios: ganó la "carrera" un alemán. Pensé que era el comienzo del Apocalipsis. Viví en una confusión horrible, mientras escribía mi primera novela y cometí la infamia de dejar que Matilde se volviera a la Argentina con nuestro primer hijo, de pocos meses, mientras yo tenía una amante rusa. La tercera crisis fue consecuencia de todo esto, y de mi vínculo con los surrealistas: Domínguez, Matta, Wifredo Lam y otros. En otro día de invierno fuimos con Domínguez, a la tarde, al Marché aux Puces y volvimos después en el Metro hasta Montparnasse, donde tenía su estudio Domínguez. En la calle, ya era de noche, en un especie de nevisca, Domínguez se detuvo y me dijo:"¿Qué te parece si esta noche nos suicidamos juntos ?" No era una broma, era muy propenso, como lo probó años después. Yo me negué, aunque también me atraía el suicidio: me salvó mi instinto, y aquí estoy, junto a la Matilde de todos los tiempos, una de esas "mujeres fuertes de la Biblia", que está muriendo, en medio del dolor más profundo de mi vida, en el final de una existencia muy compleja." (Ernesto Sábato, 24 de enero de 1995)

 


Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Intensa Enviado: 01/05/2011 03:21
 
Tenía 99 años y perdió la vida en su casa de Santos Lugares a causa de una bronquitis. Mañana le rendían homenaje en la Feria del Libro. Sus restos serán velados a partir de las 14 en el Club Defensores de Santos Lugares.

Testigo y paradigma de su tiempo, con el fallecimiento de Ernesto Sábato a los 99 años se extinguió -en su casa de Santos Lugares- la vida de un escritor emblemático de la literatura argentina, pero también una figura que adquirió una dimensión diferente luego de la dictadura militar con su labor al frente de la Conadep (Comisión Nacional de Desaparición de Personas).

Lejos de asumir un rol incontrastable, el autor de la trilogía de novelas “El Túnel“ (1948), “Sobre héroes y tumbas“ (1961) y “Abbadón el exterminador“ (1974) fue un escritor y un ser humano polémico, cruzado por sus propias contradicciones, presentes en algunos de sus personajes literarios.

“Nunca me he considerado un escritor profesional, de los que publican una novela al año. Por el contrario, a menudo, en la tarde quemaba lo que había escrito a la mañana“, declaró una y otra vez para referirse a esa obra que marcó las generaciones del 60 y 70 y se desdibujó cuando sus ojos comenzaron a fallar, para ser reemplazada por la pintura.

 
 

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: Dream7 Enviado: 01/05/2011 14:56

Uno dice 'silla' o 'ventana' o 'reloj', palabras que designan meros objetos de ese frígido e indiferente mundo que nos rodea, y sin embargo de pronto transmitimos con esas palabras algo misterioso e indefinible, algo que es como una clave como un patético mensaje de una profunda región de nuestro ser. 
Decimos 'silla' pero no queremos decir 'silla', y nos entienden. O por lo menos nos entienden aquellos a quienes está secretamente destinado el mensaje críptico, pasando indemne, a través de las multitudes indiferentes u hostiles"

Ernesto Sabato

 
El Arte tiene preeminencias sobre la ciencia en el conocimiento del hombre; así lo habrían proclamado los grandes filósofos
"Nietzsche se preguntó si la vida debía dominar sobre la ciencia o la ciencia sobre la vida, y ante este interrogante característico de su tiempo, afirma la preeminencia de la vida.  Respuesta típica de todo el vasto insurgimiento que comenzaba.
Para é1 como para Kierkegaard, como para Dostoievsky, la vida del hombre no puede ser regida por las abstractas razones de la cabeza, sino por les raísons du coeur.  La vida desborda los esquemas rígidos, es contradictoria y paradojal, no se rige por lo razonable, sino por lo insensato. ¿Y no significa esto proclamar la superioridad del arte sobre la ciencia para el conocimiento del hombre?" 
http://ernestosabato.bligoo.com/tag/poesia
 
Gracias un saludo intensa ...



Primer  Anterior  2 a 4 de 4  Siguiente   Último  
Tema anterior  Tema siguiente
 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados