Tres matrimonios salieron juntos de vacaciones a la playa.
En el hotel se encontraron con la novedad de que sólo había dos habitaciones disponibles,
ambas con cama king size.
Acordaron los vacacionistas que las tres señoras dormirían en uno de los cuartos,
y los tres maridos en el otro.
Esa noche, en horas de la madrugada, uno de los esposos
dio trazas de levantarse de la cama donde dormían los tres.
“¿A dónde vas?” –le preguntó el que estaba al lado de él.
“Voy a buscar a mi mujer –replicó el otro–.
Desperté con la tumefacción más grande que he tenido en mucho tiempo,
y no voy a desaprovecharla”.
Le dice el primero: “¿Quieres que te acompañe?”.
Responde el otro, enfadado: “¿Por qué voy a querer que me acompañes?”.
Contesta el amigo: “Porque la tumefacción que tienes en la mano es mía”...
* * *