Es preciso tomar riesgos. Sólo entendemos el milagro de la vida cuando permitimos que lo inesperado suceda.
Todos los días Dios nos da - junto con el sol - un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Todos los días tratamos de fingir que no percibimos este momento, que no existe, que hoy es el mismo que ayer - y será igual a la mañana.
Mas quien presta atención a su día, descubre ese instante mágico.
Puede estar escondido en el momento en que ponemos la llave en la puerta en la mañana, el momento de silencio justo después de la cena o en las mil y una cosas que parecen lo mismo. Este momento existe - un momento en que toda la fuerza de las estrellas pasa por nosotros y nos permite hacer milagros.
A veces la felicidad es una bendición, pero en general es un logro.
El momento mágico nos ayuda a cambiar y nos hace ir en busca de nuestros sueños.
Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a experimentar muchas decepciones - pero todo es pasajero, y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.
Pobre del que tiene miedo de tomar riesgos. Porque tal vez no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones , ni sufra como aquellos que tienen un sueño de seguir.
Mas cuando uno mira hacia atrás - que siempre miramos hacia atrás - se escuchará su corazón diciendo: "¿Qué has hecho con los milagros que Dios plantó en tus días? ¿Qué has hecho con los talentos que tu Maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva porque tenías miedo de perderlos. Entonces esta es tu herencia:. la certeza de que has desperdiciado tu vida "
Pobres de quien escucha estas palabras. Por qué entonces creerá en los milagros, pero los momentos mágicos de la vida ya habrán pasado.
Fragmento del libro: A orillas del Rio Piedras me Senté y Lloré
Paulo Coelho
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