Hay veces en que estamos celebrando algún acontecimiento, personal o profesional,
y empezamos a recibir llamadas, mensajes, correos o visitas de nuestra familia,
amigos y conocidos, que se unen a nuestra alegría.
Y todos nos llaman, o de alguna manera, se comunican con nosotros,
y nos manifiestan sus más sentidas y cariñosas palabras de felicitación.
Pero al final del día empezamos a sacar cuentas.
Y faltó una persona por llamarnos.
Podemos haber recibido mil felicitaciones, mil llamadas, mil correos, mil mensajes.
Pero faltó uno.
Y eso basta para que nos sintamos que nos faltó algo.
Y no nos pueden salir con un “no tenía saldo en el celular”.
Hay muchas maneras de estar en contacto.
Y nos sentimos como un rompecabezas.
De 25, 100, 500, 1000 ó 5000 piezas.
Con una sola pieza que falte,
no podemos decir que el rompecabezas está completo…
Mi rompecabezas ya hace un tiempo que perdio unas piezas...
y
Bien dicen por ahi:
"La tecnología acerca a los que están lejos,
y aleja a los que están cerca..."