"La posteridad duradera de las naciones es obra de la ciencia
y de sus múltiples aplicaciones al fomento de la vida
y de los intereses materiales,
de esta indiscutible verdad síguese
la obligación inexcusable del estado de estimular y promover la cultura
desarrollando una política científica,
encaminada a generalizar la instrucción
y a beneficiar en provecho común todos los talentos útiles y fecundos
brotados en el seno de la nación."