Los orígenes del deseo.

Según buda; el origen del sufrimiento esta en el deseo, y es por eso que toda su obra esta enfocada a controlar nuestros deseos, para apartarnos del sufrimiento. Es por eso que nos dio herramientas como la meditación, que ayudaría a aplacar a la mente de los pensamientos donde bullen los deseos. Por otra parte; solo a través del deseo puede producirse algo como la evolución, ya que solo a través del apasionamiento, el hombre da lo mejor de si, y se supera.

El deseo se produce a nivel subconsciente, entre más natural sea algo; más deseo produce, entre menos participe la lógica, más fuerte es el impulso. Por ejemplo; el amor y el deseo que se siente por otra persona es algo que surge naturalmente y no algo que se logra por la imposición y la fuerza.  Cuando el deseo inunda la mente, entonces se pierde toda lógica y también el control de nuestros actos.

Pero ese naturalmente tiene su explicación, y surge a través de los diferentes mecanismo que tiene el cerebro para producir el deseo.  

Las herramientas del deseo como usarlas y como protegernos.

Si alguien sabe usar bien los mecanismos del deseo puede fácilmente influenciar a otros. Nosotros en todo momento estamos siendo presas de los deseos y nos llenamos de cosas que no necesitamos en nuestra vida. Las grandes campañas de marketing, los estrategas políticos, los lideres religiosos, y en general todo hombre de gran influencia y poder maneja muy bien este tema, ya que solo a través del conocimientos de los mecanismos del deseo, se puede influenciar las decisiones de los demás. Solo a través de influenciar a otros es que se gana liderazgo.  Las grandes marcar se han posicionado en el mercado a través del uso de toda clase de estrategias para generar deseo de compra.

Una persona con cierta influencia de cierta manera usa estas herramientas de manera inconsciente.  Un hombre que entrevista a un candidato para su empresa no le dice inmediatamente que es muy bueno, si no que le dice que después lo llama.  Una hermosa mujer que tiene muchos pretendientes, usa muchas veces el desinterés para atraer a alguien que le gusta. A la hora de nosotros ir a comprar y si queremos que nos rebajen, decimos que otras empresas nos han hecho una mejor oferta, y que por eso nos deben bajar el precio, etc. Si usamos estas herramientas conscientemente en nuestro trabajo, en nuestras relaciones interpersonales seguramente iremos liberándonos de las influencias de otros e iremos ganando influencia sobre los demás. 

Veamos entonces algunas de esas herramientas que generan mucho deseo a nivel subconsciente. 

1. Excitar las emociones.

En cualquiera de nuestras relaciones entre más produzcamos diferentes emociones más aferrados estaremos. Por ejemplo si estamos con alguien y esa persona nos produce emociones como alegría, riesgo, revancha, recompensa, etc, más difícil es de olvidar.  Las cosas inolvidables son las que más impactan nuestras emociones, y nunca las dejaremos de desear. Es un efecto similar al que siente un adicto a las drogas, que necesita estar cerca de su objeto de deseo para ser feliz.  De hecho se a comprobado que estas emociones activan un área del cerebro relacionada con las recompensas.

Un líder en una empresa, que sea capaz de transmitir a  los demás una sensación de triunfalismo, de ser únicos, es alguien que puede lograr fidelidad más fácilmente.  Este mecanismo es muy utilizado por los políticos y por las religiones.  Hay religiones que promueven la idea de que son los únicos que se van a salvar, que se les esta dando un conocimiento que solo a los elegidos se les da, y es por ello que la mayoría de los miembros de un culto son tan aferrados.  De una manera muy similar podríamos hablar de la política. 

2.  El poder de vivir tus sueños, así sea solo tu imaginación.

Todos tenemos sueños, fantasías, y es a través de esto donde podemos dar rienda suelta a todos nuestros deseos más ocultos y sin ninguna restricción.  Por ello entre más nos acerquemos a los sueños y a las fantasías de otros, más será el impulso.

Si una persona sueña con viajar por todo el mundo, y se encuentra con un extranjero que viaja por el mundo, que en sus conversaciones le habla de lo excitante que son algunas culturas, de seguro podrá producirle un fuerte deseo.  Pero no necesariamente hay que hacer tales osadías, ya que solo basta con fantasear juntos. Podemos poner a trabajar las fantasías de otros a través de contar historias relacionadas.

Algunos programas de televisión juegan con nuestras fantasías y hacen que le dediquemos sin falta un espacio en nuestro “ocupado” tiempo.  Muchas películas hacen soñar con un romance único, otras dan rienda suelta a la imaginación con súper-poderes, etc. 

3.  El poder siempre seduce, sea el tuyo o el de otros.

No hay nada que produzca más deseo que el poder. Por eso se dice que manejar el poder es muy difícil.  Sería la sensación de impotencia, lo que algún momento nos haría reflexionar acerca del abuso del poder. Existen muchos tipos de poderes. El poder económico con el que puedes comprar todo lo que quieras, el poder de seducción con el que puedes conquistar a quien quieras, el poder de convencimiento con el que puedes hacer que otros hagan lo que tu deseas (por ejemplo Hitler), etc. El poder necesariamente genera deseo, porque nos da la sensación de que todo se va a solucionar.  Un poder es una cualidad cultivada o nacida en la que se destaca sobre otros, y también nos da cierta ventaja. Por ejemplo; discutir en publico contra alguien que tenga el poder de convencimiento es perder la discusión desde el principio.   Deberíamos aprender a distinguir y usar nuestros poderes y no enfrentarse en el mismo terreno en el que alguien es muy fuerte.

Hablando del poder, hay algo que también ayuda, y es rodearse del poder de otros. Por ejemplo si usted esta en una discusión, y no sabe nada de un tema y los otros lo están apabullando, es si  no que usted diga: “ como Einstein decía…”  y eso automáticamente valida tu afirmación.  Nadie se atreve a negar algo que dice alguien muy respetado.  

4.  Lo exclusivo o lo popular.

La exclusividad es otro fuerte bombardeo a nuestros deseos.  Tener acceso a aquello a lo que pocas personas han podido acceder activa fuertemente los mecanismos del deseo.   Pero eso exclusivo tiene que tener la imagen de algo extraordinario. Muchas marcas utilizan esto para venderse.  Por ejemplo elevan sus precios de manera tan exagerada que se supone que solo alguien muy especial tendría acceso a ello, cuando en el fondo es lo mismo que todos tienen. Se supone que si algo es muy caro es porque necesariamente es muy bueno, y eso ciertas marcas lo usan a favor.  Si bajaran sus precio, perderían credibilidad.

Por otra parte; las cosas populares también generan mucho deseo.  El hecho de que algo guste a todos necesariamente nos va a gustar.  Si un programa de televisión es visto por todos es más probable que nos guste, lo mismo pasa con la comida o un candidato a la política, etc.  La razón de esto es que es muy difícil ir en contra de la corriente, nadie se atrevería a atacar a algo que gusta a todos, es más fácil dejarnos influenciar.  Por ejemplo; si usted tiene hambre y hay dos restaurantes seguidos, es más probable que usted vaya al que tiene bastante gente que al que tiene poquita gente.  El que esta lleno da la sensación de que es muy bueno, mientras el vacío da la impresión, de que es tan malo que nadie se le acerca. Por otra parte, si al restaurante vacío, se le etiqueta como exclusivo, entonces la imagen cambia radicalmente. 

5. La expectativa y la continuidad.

Otra herramienta muy poderosa para generar deseo, es el de la expectativa.  Mucho programas utilizan esto, ya que dejan la parte más buena justamente para el siguiente capitulo, haciendo que sin falta estemos para ver el próximo capitulo, con el fin de mirar como termina todo.   Lo mismo puede suceder en los negocios, en donde se genera la expectativa de que se va hablar de algo muy importante, y esa próxima vez puede ser aprovechada para influenciar la decisión de compra.

El secreto de la adicción es siempre dejar más, y no entregarlo todo. Una serie de televisión nos engancha porque todavía no se ha solucionado el enredo.  Compramos una comida en tanto no nos haya hastiado.  Cuando algo ya ha entregado todo, entonces lo desechamos.

Por ejemplo en el amor, una manera de generar un fuerte deseo es dejando la expectativa acerca de si le gusta o no. Si confiesa todo su amor, en ese mismo instante se pierde la expectativa y el deseo, y por tanto deja de ser inolvidable; porque la mente no tendrá algo que solucionar.

CONCLUSIÓN

Son los mecanismos del deseo, el medio por el que se controla nuestra voluntad.  Muchas veces las cosas que tanto deseamos y por las que tanto nos esforzamos no las necesitamos realmente.  Si somos conscientes de como operan esos mecanismos del deseo sobre nosotros, entonces podremos dejar de ser tan influenciables.  Por otra parte el saber aplicar estos mecanismos del deseo sobre cada una de las actividades de nuestra vida, sea en los negocios, en el empleo, en el amor, en el liderazgo empresarial o familiar, e incluso respecto a las metas que queremos realizar, entonces tendremos más posibilidades de éxito.