"Si no eres tú mismo, ¿cómo puedes ser feliz?
Toda la existencia es dichosa porque la roca es una roca, el árbol es un árbol, el río es un río, el océano es un océano. Nadie está tratando de convertirse en alguien diferente; si no, se volverían locos. Y eso es lo que le ha sucedido al hombre.
Desde tu más tierna infancia te enseñan a no ser tú mismo, pero la forma en que lo hacen es muy inteligente, muy astuta. Te dicen: "tienes que ser como Krishna, como Buda", y pintan a Buda y a Krishna de una forma tal que surge en ti un gran deseo de ser un Buda, de ser un Jesús, de ser un Krishna. Ese deseo es la causa fundamental de tu desgracia.
A mi también me dijeron las mismas cosas que te han dicho a ti, pero desde mi más tierna infancia tomé la determinación de que no me iban a desviar de mí mismo, sin importarme las consecuencias. Correcto o equivocado, iba a seguir siendo yo mismo. Incluso si termino en el infierno, por lo menos tendré la satisfacción de que he seguido mi propio curso en la vida. Si me lleva al infierno, me lleva al infierno. Seguir los consejos, los ideales, las disciplinas de otros, aunque me conduzcan al paraíso, allí no seré feliz, porque habré sido obligado en contra de mi voluntad.
Trata de entenderlo. Si es en contra de tu voluntad, incluso en el paraíso estarás en el infierno. Pero si sigues el curso natural de tu ser, incluso en el infierno estarás en el paraíso.
El paraíso es donde tu ser real florece.
El infierno es donde eres aplastado y te es impuesta otra cosa".