Al tiempo que se multiplican las mezquitas y centros culturales islámicos en México y otros países de América Latina, se extienden los lazos entre Hezbollah y los carteles de
la droga. Los contrabandistas locales están aprendiendo a excavar túneles, idénticos a los de Gaza. ¿La ayuda económica de Irán se redujo? Hasan Nassrallah ya encontró
una alternativa. Tal como lo prueban demandas penales e información de inteligencia, Hezbollah y los carteles mexicanos de la droga comenzaron a cooperar. Cientos de
millones de dólares originados en comercio de drogas fluyen hacia el Líbano y le permiten a la agrupación terrorista continuar adquiriendo misiles que serán orientados
hacia Israel. K. es uno de los "Cazadores de turistas" que se acomoda en la entrada de uno de los tantos restaurantes de la calle principal de la ciudad mexicana de San
Cristóbal de las Casas. Permanece parado durante largas horas en la puerta del restaurante, que ofrece comida internacional, e invita a los extranjeros, que visitan durante
todo el año esta colorida ciudad del distrito sureño de Chiapas, a observar el menú y ocupar una de las mesas. Él proviene de una buena familia, de buena situación
económica. Su padre, que murió hace unos meses, era un hombre de negocios millonario que se mudó con su familia desde México a Gran Bretaña y de allí a Estados
Unidos. K, a sus 30 años de edad, disfruta detallando el periplo de su fascinante vida: infancia en Londres, estudios de ciencias en una universidad en Estados Unidos, tres
años en Arabia Saudita y una novia japonesa. Con la muerte de su padre, K decidió seguir su camino y dedicar su vida a ayudar a la población indígena local, pobre y sin
instrucción. Sólo sobre un tema K. no habla demasiado. Cuando le pregunto qué hizo en Arabia Saudita durante tanto tiempo, evade la respuesta directa y me dice: "Quien
tiene dinero puede vivir allí tres años". Cuando uno comprende lo que sucede hoy en Chiapas puede llegar a la conclusión de para qué regresó. Chiapas es uno de los
distritos más exóticos y bellos de México. Hay bosques mágicos, poblados indígenas misteriosos, retos arqueológicos fascinantes y ciudades coloridas, escondidas entre
cimas nevadas. Esta atractiva combinación convirtió a Chiapas en uno de los principales centros turísticos del país. Pero desde el punto de vista político, hace ya mucho
años que ese paraíso es en verdad un infierno
.
A mediados de los años 90, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, inició una revuelta contra el gobierno central. A pesar de que el ejército sufrió una rápida y
aplastante derrota frente al ejército oficial, todavía se encuentra en actividad en las zonas campestres y en los bosques de Chiapas, considerado todavía un distrito rebelde y
peligroso, donde se puede hallar gran cantidad de armas ocultas en las casas de sus habitantes y otros escondites. Tal como otros lugares en México, Chiapas e convirtió en
los últimos años en un campo de batalla letal entre los barones de las drogas y las autoridades. Pero tienen también algo único, que es un secreto bien guardado: actividad
más que intensiva de grupos islamistas extremistas con el fin de difundir el Islam entre la población local. México, que es un país católico, está viviendo una grave crisis de
fe. "En el campo, los líderes de las iglesias continúan explotando a la población local como en el pasado, y siguen llevando una vida de lujo y riquezas, en tremendo
contraste con la pobreza de sus feligreses", cuenta un importante hombre de negocios mexicano, que solicita permanecer en el anonimato. "Hay todo tipo de estadísticas
según las cuales, dentro de diez años Chiapas se transformará en el primer distrito de México que no será católico. Los misioneros musulmanes están muy activos allí y es
muy difícil saber cuántos pobladores locales se convirtieron al Islam en los últimos años". De acuerdo con los datos oficiales, en México viven unos 4.000 musulmanes. En el
país, que tiene 115 millones de habitantes, se trata de un porcentaje menor, que teóricamente no debería preocupar a nadie. Pero, a pesar de ello, en Estados Unidos están
muy preocupados. Y quien también debería preocuparse es Israel. Lavado de dinero libanés
De acuerdo con un informe de inteligencia norteamericano, el número de inmigrantes provenientes de Líbano y Siria que viven hoy en día en México asciende a 200.000.
Por medio de una extensa red de contactos con los carteles de la droga en México y otros países de América Latina, muchos inmigrantes ilegales logran entrar en dichos
países – entre ellos, al parecer, los enviados por Irán, Hezbollah, Al Qaeda u otras agrupaciones islamistas extremistas – y de allí pasan a Estados Unidos. Utilizan
documentos falsificados de la manera más profesional y reciben ayuda de organizaciones delictivas y en algunos casos también de funcionarios estatales corruptos. En las
agencias de inteligencia occidentales se acumulan pruebas acerca de la creciente cooperación entre los carteles de la droga en México – que literalmente dominan la zona
norte del país, que limita con Estados Unidos – y factores terroristas islámicos. Dichos factores, principalmente enviados de Irán, tienen interés en llevar a cabo atentados
contra objetivos norteamericanos, israelíes, judíos y occidentales en general. Pero se encuentran allí con un objetivo primordial: ganar dinero que les permita sostener su
actividad terrorista. El 15 de diciembre de 2011, la demanda penal promovida en Estados Unidos contra el barón de la droga libanés Ayman Joumaa dejó al descubierto la
magnitud de la cooperación entre Hezbollah y el cartel mexicano de las drogas "Los Zetas". Joumaa fue acusado en ausencia por el contrabando de 85 toneladas de cocaína
a través de México hacia Estados Unidos y el lavado de 850 millones de dólares para dicho cartel. De acuerdo con la demanda, Joumaa hacía de intermediario entre
Hezbollah y los carteles de las drogas. "Ayman Joumaa coopera con factores en Colombia, que producen la cantidad más grande en el mundo de la cocaína. Él los ayuda a
trasladar las drogas de modo seguro para que lleguen a los carteles en México. Las drogas llegan a Estados Unidos, él recibe cientos de millones de dólares de las
transacciones con las drogas. Él se ocupa de lavar el dinero en distintos lugares del mundo – en Estados Unidos, Líbano, Panamá, Colombia, Congo y al parecer en otros
países más – de modo que resulte imposible seguirle el rastro. Y entonces el dinero vuelve a Colombia", dice la acusación de la fiscalía norteamericana. La fiscalía sostiene
que Ayman Joumaa, que es dueño de un gran hotel en Beirut, recibe un pago de 8 y 14% de cada suma a cambio del lavado, que lleva entre uno a cinco días, hasta que el
dinero vuelve a los proveedores de las drogas en América Latina". El sistema del lavado: mezclar los ingresos por la venta de autos usados y de materiales alrededor del
mundo con el dinero de las drogas, y el traslado del dinero entre diferentes cuentas en varios países, hasta que se hace imposible rastrear su origen. Algunos funcionarios
norteamericanos aseguran – y consta en la demanda – que Hezbollah se sirve de Joumaa para minimizar su dependencia de Irán. Debido a las sanciones internacionales en
su contra, Teherán redujo considerablemente en los últimos dos años la ayuda económica a Hezbollah, que se estimaba en unos 200 millones de dólares por año. Joumaa,
que ayudó a "Los Zetas" con el lavado de cientos de millones de dólares de las drogas, ayuda también a la organización Hezbollah a cubrir el "déficit". Michelle Lonhart, alta
funcionaria de la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas (DEA por sus siglas en inglés), dijo en aquel momento: "Es imposible ignorar la peligrosa
que existe entre los carteles y el contrabando de drogas para organizaciones terroristas. En colaboración con el FBI hemos logrado identificar a dichas
agrupaciones, infiltrarnos en ellas y evitar consecuencias mucho peores". Lonhart dijo también que "Los agentes de la DEA lograron interceptar 150 millones de dólares que
estaban siendo lavados en el Banco Líbano-Canadiense, tras haber reunido información de inteligencia que mostraba el involucramiento del banco en el lavado de dinero
proveniente de Colombia y Venezuela, para el cartel Los Zetas y para Hezbollah". Y eso, por supuesto, es sólo una pequeña parte del dinero. Informe del Congreso
Norteamericano os iraníes niegan su involucramiento en América Latina, pero los norteamericanos ya no se compran esas historias. En septiembre de 2010, la congresista
republicana por Carolina del Norte, Sue Myrick – miembro de la Comisión de Inteligencia de la Cámara - reveló datos de un informe de inteligencia norteamericano que
indica que el vínculo entre Hezbollah y los más cruentos carteles de las drogas en México se profundizan cada vez más. Según el informe, Hezbollah está involucrado en
forma masiva en México en negociados de drogas y armas en dos sentidos: contrabando de armas a México y de allí al Líbano y acumulación de gran cantidad de armas
también en México. Lo mismo sucede en Bolivia, Venezuela y otros países
.
Más allá del dinero y las drogas, Hezbollah establece, en esos países, células dormidas, células para recabar información de inteligencia y bases de entrenamiento. El
informe
cita fuentes de policía e inteligencia que aseguran que Hezbollah comenzó, en los últimos años, a ayudar a los carteles de las drogas a construir túneles que les permitan el
contrabando hacia Estados Unidos. Algunas fotografías difundidas el año pasado muestran un increíble parecido entre los famosos túneles que unen Gaza con Egipto y los
túneles que utilizan los contrabandistas bajo la frontera entre México y Estados Unidos, por donde pasan toneladas de drogas y armas. El informe también habla sobre la
ayuda de Hezbollah a los carteles de las drogas en todo lo relacionado con la producción de cargas explosivas de alto poder y coches bomba. En el informe hay pruebas de
que integrantes de la Guardia Revolucionaria de Irán y de Hezbollah reciben pasaportes falsos en Venezuela, que les permiten entrar con toda facilidad en Estados Unidos.
No es que los norteamericanos no estén preocupados por la cuestión de las drogas, sino que hay algo que les preocupa mucho más. Hace tres años en Washington se
encendieron todas las alarmas, cuando llegó a manos de autoridades de seguridad nacional una grabación en la que un religioso kuwaití – conocido por ser uno de los
principales líderes de Al Qaeda – hablaba sobre la facilidad con que se puede ingresar en territorio estadounidense armamento de destrucción masiva, a través de los
túneles de la droga mexicanos. "Cuatro kilogramos de Antrax en una maleta de tamaño mediano, llevada por un miembro de la Yihad a través de los túneles, con toda
certeza pueden matar unos 300 mil norteamericanos en una hora, si se esparcen de modo correcto en sitios poblados", decía el hombre en la grabación, cuyo nombre es
Abdallah Al Nafisi, un popular profesor universitario en su tierra. La grabación corresponde a una conferencia que diera para un grupo de admiradores en Bahrein. "Qué
idea tremenda", sonrió Al Nafisi, mientras el público se deleitaba. "Los atentados del 11 de septiembre serán plata chica en comparación con lo que sucederá. No se
necesitan aviones, planificaciones, coordinación. Un solo valiente llevará cuatro kilogramos de Antrax, irá al césped de la Casa Blanca y arrojará el papel picado, y nosotros
saltaremos de alegría. Será una verdadera fiesta". Y si el discurso fue teórico, ya hay problemas verdaderos en el terreno, como por ejemplo el intento fallido de atentar
contra el embajador de Arabia Saudita en Washington hace un año, producto de la cooperación entre la Guardia Revolucionaria de Irán y los carteles de la droga mexicanos.