Mi vida y yo nos dimos la mano y nos hicimos amigos
luego de tanto pelear, de ella darme todo y yo pedir más
Creí que mis amigos eran la Angustia y la Soledad
Pero ellos me lo negaron todo, ¿una alegría? ¡jamás!
Le confesé todas mis penurias, mis llantos y dolor
La vida asentía con infinita paciencia, dandome aliento
Y me dijo que yo tenía su regalo más valioso: el tiempo
y que con él podía comprarlo todo, pagando con honor
Mi vida y yo somos uno, como hermanos gemelos
Y me da todos los gustos dulces de caramelo
Siempre y cuando ande a su compás con mi alma
Sin querer sacar tajada, ni aventajarla, ni burlarla.