No necesito verte,
para saber que existes.
No necesito tocarte,
para sentirte hasta los huesos.
No necesito sentir tú aliento,
para embriagarme de tus besos.
Cuando muy lejos estás
ansío tu llegada,
cuando ya en el olvido te encuentras
en mis sueños se dibuja tu cara
siento que me miras,
cuidándome entre sueños
tú calido arrullo
cuida cada uno de mis sentidos.
No hay necesidad
de ahora despertar.