Dormido en el murmullo de tu aliento
acompasado y tenue
se escucha un poema
que solo mi alma enamorada entiende,
entonces me crecen alas y vuelo alto
hacia el firmamento,
ahí solo somos dos
y no pasa ni siquiera el tiempo.
para luego despertar
y abrir los ojos a la realidad, a lo cierto,
al rostro implacable de tu enojo,
donde vestidos de harapos sucios están hoy
tus antes bellos
e impecables sentimientos.
Vestí los míos con palabras suaves
que mi garganta sorprendida
apenas pudo balbucir,
como ofender al motivo de mi existencia
como expresarle todo mi sentir,
es un cambio de rostro total y austero para mí.
de ver una enamorada sonrisa
a escuchar una macabra carcajada,
un fulminante rayo
en lugar de una tierna mirada,
sentir un enorme hueco en mi cama
en lugar de tu presencia adorada,
sueños de oropel toda la noche
lagrimas de soledad por la mañana.
La razón se muere dormida
en la cuna del tiempo
y huérfano de palabras me quedo
pues ya no razona normal mi entendimiento,
no soporto la ausencia en mis oídos de tu risa,
de tus pasos, de tu voz,
las estrellas se me antojan tan distantes
como lo es ahora tu amor,
en sueños junto a ti lloro lagrimas de alegría
y al despertar solo me río
para amortiguar así mi lacerante herida,
es un cambio total
como entre la noche y el día.
Rosa Najera.