La ilustre fregona
¿Quién de amor venturas halla? El que calla. ¿Quién triunfa de su aspereza? La firmeza. ¿Quién da alcance a su alegría? La porfía. De ese modo, bien podría esperar dichosa palma si en esta empresa mi alma calla, está firme y porfía.
¿Con quién se sustenta amor? Con favor. ¿Y con qué mengua su furia? Con la injuria. ¿Antes con desdenes crece? Desfallece. Claro en esto se parece que mi amor será inmortal, pues la causa de mi mal ni injuria ni favorece.
Quien desespera, ¿qué espera? Muerte entera. Pues, ¿qué muerte el mal remedia? La que es media. Luego, ¿bien será morir? Mejor sufrir. Porque se suele decir, y esta verdad se reciba, que tras la tormenta esquiva suele la calma venir.
¿Descubriré mi pasión? En ocasión. ¿Y si jamás se me da? Sí hará. Llegará la muerte en tanto. Llegue a tanto tu limpia fe y esperanza, que, en sabiéndolo Costanza, convierta en risa tu llanto.
Miguel de Cervantes.
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