Entre los tibios muslos Avanzo lenta, alternativamente, por la doble avenida de tus muslos abiertos. Inminente se anuncia mi llegada. Me convida tu propia invitación, y estremecida, qué largo te parece el momento tan breve de la espera. Tu ruta se humedece, mi ritmo se acelera, tú, mi enramada, yo, tu enredadera. Brevería Nº 1604 de Francisco Alvarez Hidalgo  -
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Entre los tibios muslos
Entre los tibios muslos te palpita un negro corazón febril y hendido de remoto y sonámbulo latido que entre oscuras raíces se suscita;
un corazón velludo que me invita, más que el otro cordial y estremecido, a entrar como en mi casa o en mi nido hasta tocar el grito que te habita.
Cuando yaces desnuda toda, cuando te abres de piernas ávida y temblando y hasta tu fondo frente a mí te hiendes,
un corazón puedes abrir, y si entro con la lengua en la entrada que me tiendes, puedo besar tu corazón por dentro. -
 Placido Domingo Malaguena  | |