Un empleado de una funeraria estaba una noche trabajando hasta tarde.
Su trabajo era examinar el cuerpo de los muertos antes de ser enviados a enterrar o incinerar.
Cuando examinó el cuerpo del señor José Francisco, que iba a ser incinerado, hizo un asombroso descubrimiento:
¡¡¡José Francisco tenía la 'parte' más grande que nunca había visto!!!
- Lo siento señor José Francisco -dijo el
empleado-, pero no puedo enviarlo a incinerar con tremenda 'parte'.
Tiene que ser guardada para la posteridad.
Dicho esto separó la 'parte' del cuerpo, la puso en su maletín y se fue a casa.
A la primera persona que se la mostró fue a su esposa:
- Tengo algo que mostrarte que no vas a creer -le dijo, y abrió el maletín.
- ¡¡¡¡Dios mío!!!! -gritó ella- ¡¡José Francisco está muerto
Un empleado de una funeraria estaba una noche trabajando hasta tarde.
Su trabajo era examinar el cuerpo de los muertos antes de ser enviados a enterrar o incinerar.
Cuando examinó el cuerpo del señor José Francisco, que iba a ser incinerado, hizo un asombroso descubrimiento:
¡¡¡José Francisco tenía la 'parte' más grande que nunca había visto!!!
- Lo siento señor José Francisco -dijo el empleado-, pero no puedo enviarlo a incinerar con tremenda 'parte'. Tiene que ser guardada para la posteridad.
Dicho esto separó la 'parte' del cuerpo, la puso en su maletín y se fue a casa.
A la primera persona que se la mostró fue a su esposa:
- Tengo algo que mostrarte que no vas a creer -le dijo, y abrió el maletín.
- ¡¡¡¡Dios mío!!!! -gritó ella- ¡¡José Francisco está muerto