Con las ansias de adorarte
por el mundo muerto de mi hastío
la soledad me ordena abandonarte
y siento sin sentir que desvarío.
Con tu recuerdo putrefacto y muerto
camino sin cesar y sin sentido
de mi corazón se ahoga el latido
que nace y muere dentro de mi pecho.
Pero ya todo esta perdido, y no tengo derecho
a reclamar la soledad, y el sueño impío
en el presente, el pasado está ya hecho…
Malheriste mi alma, con tu negro albedrío
solo dolor brota dentro de mi pecho.
como un viento helado que me deja
un corazón oscuro y frío.