Una simple palabra humilde y buena,
Que esclarezca y reanime,
Trae consigo el milagro, amplio y sublime,
Del amor que regenera y perfecciona.
Un "sí" o un "no", en la gracia de una sonrisa,
Una frase de estímulo y ternura,
Muchas veces, restauran de improviso,
El corazón chagado de amargura.
Pero la palabra contundente y ruda,
Que expresa acusación, miseria y ofensa,
Mata los gérmens de la paz y de la virtud
Y trae consigo las trabas de la incredulidad.
Frecuentemente, el golpe inesperado
Del mal oscuro que en los dilacera,
Procede del veneno disfrazado,
En la lengua que vergasta o desespera.
Bendita la frase tranquila y enobrecida !
Bendito el verbo dulce, amigo y fuerte !...
Una simple palabra trae la vida,
Una simple palabra trae la muerte.