EN LA MEMORIA
En la memoria de los melancólicos, la palabra mariposa
resuena a crimen.
El aullido de los monos tiene el mismo sonido
de las cartas en blanco,
el golpear de los botes contra el mar,
un leve parecido a los difuntos.
No hay reloj donde se mida el sueño y
el último día es un vestido viejo.
Alguien que olvida una silla en el mar
junto a su cuerpo: habla
de prisiones lejanas,
de países preciosos, habla de milagros.
Un barco se hunde junto al horizonte,
bajo la lluvia de tu tarde.
Y ya es, demasiado
antigua, esta tristeza.
CARLOS EDUARDO GALLEGOS
(poeta argentino)