Deseo que tus manos me acaricien,
deseo que tu boca me bese,
deseo sentir tu piel desnuda
y volar contigo hasta el cielo
y ahí, los dos juntitos,
disfrutar de la inmensidad del placer.
Deseo mirar tus ojos que me hipnotizan,
deseo perderme en ellos y no salir,
deseo ver que vivo en tu mente,
como yo se que tu vives en mi.
Deseo desearte y no me canso,
deseo sentir que estás aquí
y por quererte y desearte tanto,
deseo volver a estar junto a ti.
No deseo la espera que me mata,
pero después el deseo es tan intenso,
que me consuela el pensar que cuando te tengo
entre mis brazos, amandote sin pausa,
la espera al final es lo de menos.