Rodeada por tus brazos me olvido del tiempo, que cruel, va marcando los minutos.
Me besas… dejándome los labios empapados de la dulce miel de tu boca. Te amo tanto, que me pierdo por completo.
No quiero volver a la realidad, solo únete a mi delirio y seamos felices.
Sigue besándome y mirándome a los ojos, quiero sentir tu amor por entre los huesos, escurriéndoseme sobre la piel, atarlo a mí y jamás dejarlo en libertad.
Serás un esclavo deseado por mi ser y anhelado por tu ausencia.