La tristeza es como una telaraña
que no permite escapar y ser feliz.
Sin embargo, soy yo que elijo ser
triste o no. El mundo es como una
obra teatral y yo decido si voy a ser
partícipe de la tristeza y del pesimismo
o quedaré al lado de la felicidad y
optimismo. Al darme cuenta de
este poder que tengo - el de quedar o no
triste - paso a dominar mi propia
vida y mis emociones.
Mensaje positivo
De la red