Ernesto Sabato Q.E.P.D.
A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren, y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil. Seria eso, verdaderamente, ¿toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?
Siempre de lo bueno viene lo malo, y de lo malo, lo bueno.
En la bondad se encierran todos los géneros de sabiduría.
Un genio es alguien que descubre que la piedra que cae y la luna que no cae representan un solo y mismo fenómeno.
La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.
Las modas son legítimas en las cosas menores, como el vestido. En el pensamiento y en el arte son abominables.
El artista debe ser mezcla de niño, hombre y mujer.
El proceso cultural es un proceso de domesticación que no puede llevarse a cabo sin rebeldía por parte de la naturaleza animal, ansiosa de libertad.
Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más.
Ser original es en cierto modo estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás.
La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse.
Al parecer, la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de globalización
Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil.
Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia.
Un buen escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas.
Hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse.
Lo esperado no sucede, es lo inesperado lo que acontece.
La riqueza es la cosa que más honran los hombres y la fuente del más grande poder.
No hay ningún hombre absolutamente libre. Es esclavo de la riqueza, o de la fortuna, o de las leyes, o bien el pueblo le impide obrar con arreglo a su exclusiva voluntad.
El hombre que pide a los dioses la muerte es un loco: no hay en la muerte nada tan bueno como la miseria de la vida
Dios es un pobre diablo, con un problema demasiado complicado para sus fuerzas. Lucha con la materia como un artista con su obra. Algunas veces, en algún momento logra ser Goya, pero generalmente es un desastre.
La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse.
El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria.
Vivir consiste en construir futuros recuerdos.
La dura realidad es una desoladora confusión de hermosos ideales y torpes realizaciones, pero siempre habrá algunos empecinados, héroes, santos y artistas, que en sus vidas y en sus obras alcanzan pedazos del Absoluto, que nos ayudan a soportar las repugnantes relatividades
Yo escribo, porque si no me hubiera muerto, para buscar el sentimiento de la existencia.
(de la red)
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