La vida es una oportunidad
"La vida es una oportunidad para cada cosa... es como un juego de ajedrez,
pues si no realizas bien tu jugada, puede que te toque perder..."
Muchas veces dejamos correr el tiempo con sus horas con sus minutos,
sin darnos cuentas de todas las oportunidades que perdemos.
Como también vamos aceptando las cosas como vienen, refugiándonos en ese
consuelo absurdo de que "el tiempo todo lo cura"... cuando
en realidad el tiempo nos da oportunidad de que trunquemos nuestra
mala racha o busquemos la manera dulce y optimista de aceptar
ciertas cosas, sin alargar la agonía.
Mientras la rutina nos va envolviendo cada día y mientras mas crecemos,
mas parece que nos vamos acostumbrando a los golpes, a las caídas y
frustraciones,
olvidándonos de tantas cosas que se debería recordar; como por ejemplo
que la vida es una sola, que el tiempo no espera y la vejez nos llega a todos
y hasta nos puede sorprender con una vida vacía.
A veces se olvida que la muerte mezquina no perdona y que cuando lo desea,
nos lleva o se lleva a seres que jamás aprovechamos para decirles
lo importante que son en nuestras vidas.
A veces nos quedamos recordando todo el mal que nos han causado.
A veces se olvida que todo sirve, lo bueno por bueno y lo malo, para mejorar,
para superarse uno mismo día a día.
Hay que aprovechar cada instante adquirido, cada cosa brindada...
pues la felicidad no esta en un anillo, ni en tener 12 hijos, ni en tener
fortuna o sentirse mas que otros.
No esta en tener menos errores, ni en creerse mejor. Está en cada uno
de nosotros, en encontrar los valores, saber que cada cosa hay
que ganarla con esfuerzo, poniendo dedicación para obtenerla,
cuidarla y mantenerla...
Está en sentir que somos capaces de mirar hacia atrás y reconocer
nuestras propias faltas y perdonar a otros que nos lastimaron,
sin juzgar las razones ajenas aun sin entenderlas.
La felicidad esta en regalar sonrisas, en brindarnos sin esperar a cambio nada,
solo sintiendo la satisfacción de saber que hemos hecho feliz a otro...
Porque la felicidad, son esos pequeños momentos en que uno se sienta y disfruta
con el alma lo que hace por el prójimo.
...la vida, la bella vida que con sus tragos amargos nos instruye volviéndonos
fuertes, haciéndonos más humanos...
Esa vida que tiene un equilibrio que nosotros mismos corrompemos o permitimos
que lo hagan, tiene principio, pero también tiene un final.
Por eso, llenémosla con recuerdos positivos. Que luego de algo malo
haya algo bueno, construido por nosotros mismos, sin importar si es grande
o pequeño ese recuerdo.
Pues eso que contente al alma, será lo que en el frío lecho de la muerte
nos mantenga erguidos de orgullo, de paz...
¡La paz de saber que hemos sido seres de bien en nuestro largo camino!