Hola mis amigas…
Todas tenemos algo que nos lleva a estar tristes o alegres, siempre tenemos un “minuto de silencio” para nosotras mismas…
Yo siempre necesito estar a solas, estar callada, estar en silencio, y no se piensen que por ello estoy enojada o que me molesta algo, no nada de eso…
Sólo ocurre que a veces necesito eso: silencio.
Silencio para encontrarme a mí misma, para pensar qué debo hacer con mi vida, qué debo hacer con todos mis amigos que son ustedes y unos que otros en la vida real…
Quiero estar muchas veces así, a solas en mi silencio, y no crean que siempre lo entiende quien vive cerca de mí.
No, se piensan que estoy enojada, o que me molesta algo…
El silencio es muy importante para todos, y yo lo recomiendo.
Muchas veces pienso en Doral cuando hablo así, pues ella en las pocas veces que logramos hablar siempre me dice de lo necesario que es el silencio, el estar en un cuarto donde sólo tiene cabida Dios y ella misma. Y así es, yo trato de hablar con Dios, intento arreglar lo que veo malo en mi vida.
Dios es mi amigo, es mi confidente, y es Él quien está detrás de todos mis silencios.
Yo necesito mi silencio para disfrutar de lo bueno y de lo malo que me da la vida. Trato de analizar cómo van mis cosas, me pregunto en qué punto de mi vida estoy, qué deseo de mi vida personal y profesional, como mujer…
Y les aseguro que después de mis “permitidos silencios” (porque no siempre los logro tener) salgo más renovada, quizás más herida, pero más valiente, y con más ganas de ayudar a quien necesite de mí… (Yo también muchas veces necesito ayuda)
Me gusta mi silencio, porque es en esos momentos cuando puedo encontrarme conmigo misma, detrás de mi silencio aún veo a una chica a la que le faltan muchas cosas por hacer en esta vida, y veo todos los pequeños secretos que arriba les comenté…
¿y a ti…?
¿Te gusta tu silencio?
¿sabes practicarlo? CON CARIÑO YESMUA