La humanidad va hacia la manifestación de la unidad desde el corazón.
Unidad con cada ser humano, con cada ser, con cada objeto, con cada célula, con cada átomo.
Pronto sabrán con claridad lo que sus células necesitan y les están pidiendo.
Esta realidad que han esperado por tanto tiempo está ante ustedes. Sólo tienen que anclarla, en el planeta.
¿Cómo? Practicándola. Viviéndola como su realidad ahora.
Por ejemplo, elijan a una persona con la que no tienen afinidad o empatía, alguien, quien ustedes han juzgado o juzgan como “equivocada”. Visualícense riendo y disfrutando con esa persona. Compartiendo un rato en común en armonía y compañerismo. Si les es difícil, háganlo de a poco. Vayan construyendo las escenas en la medida en que puedan. Agreguen nuevos detalles cada día. Llegará un momento en que se encontrarán físicamente con esa persona, y esa energía armónica que fueron generando se hará presente y se manifestará así simplemente sin esfuerzo.
Todos somos uno. Esto no es una frase bonita, es una verdad. Vivan esa verdad como si la hubieran vivido siempre. Si en algún momento reaparece en ustedes la antigua forma de actuar, sea compasivos con ustedes mismos y sus viejos hábitos. Sonrían y vuelvan a empezar.
La unidad no es algo que llegará desde afuera algún día. La unidad se crea internamente y luego se manifiesta en el “afuera”
¿Es su deseo vivir en unidad, armonía, paz y amor? Pues entonces háganlo. No esperen que el reino angélico se los entreguen en un paquete de regalo.
Ustedes son los creadores de su realidad. Todas las condiciones externas ya están dadas sólo falta la manifestación plena.
Atrévanse a vivir la vida con la que sueñan, ahora. Y al decir ahora, estamos diciendo ya, en este instante.
Inhalen la nueva realidad y exhalen la antigua con cada respiración.
Viven un momento maravilloso de potencial infinito. Sean ustedes hoy quienes desean ser mañana. No hay nada externo que se los pueda impedir.
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