Destino
Cada uno forja su destino con la suma de acciones, sentimientos y pensamientos que cotidianamente van formando lo que podríamos llamar un potencial de destino. Si mis pensamientos son de fracaso o mis sentimientos los de víctima, esta enorme fuerza se irá condensando y finalmente se hará una realidad No hay destinos oscuros; hay sombras en el camino del propio destino, sombras que con frecuencia son nuestros propios temores; sitios oscuros de nuestra conciencia. Asumir la posibilidad de transformar nuestro potencial de destino es recuperar el control de nuestra vida. Ya no somos víctimas de los otros o de la suerte y entendemos que, en cada cosa que nos ocurre de alguna manera hemos contribuído para ello, y viene a enseñarnos algo. En la medida que nos conozcamos mejor, en la medida que dejemos de mentirnos, en la medida que asumamos la responsabilidad de nuestras acciones nos convertiremos en artífices conscientes de nuestro destino. Siempre me repito esta reflexión ajena: " Soy responsable de lo que veo, y elijo las cosas que quiero tener, y todo lo que me sucede yo mismo lo he pedido y se me concede tal como lo pedí"
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