Cuánto dolor
cuánto castigo amado mío
Magulladuras en el alma te han dejado
lacrados ojos que no ven más que mi imagen.
Si la tristeza que se viste con tus ojos
se repitiera en los balcones de las casas
ninguna rosa viviría en esa tierra.
Tanta mentira no soportan las defensas
de un terciopelo acostumbrado a los elogios.
Cuánto dolor
cuántos ladridos de malignos
persiguiendo nuestro encuentro clandestino
Como una fiera destemplada en su recinto
me han asaltado sin pudor y sin clemencia
Lágrimas rojas han escurrido por tu cuerpo
mientras escuchas mi póstumo suspiro.
Tanto te he amado que sobre el lecho
yo he dejado,
mi corazón despedazado y sometido.
AUTOR:BEATRIZ OJEDA