Fotografía deteriorada y envejecida por el tiempo, Con cautela me acerque y vi. Aquellos ojos negros, Quede atrapada, atinada, incuriosita y estupefacta, Que le arranque sus sentidos y sus pensamientos.
Cerré los ojos e imagine ver tan claramente su rostro, Sus pasos uno, dos, tres escalofriaron mi piel, Perdí la noción del tiempo, con suspiros sedientos, Perpleja y aturdida me introduje dentro de los sueños.
Soñé con el tocando tan suavemente su cuerpo, Tan perfectamente y delicadamente diseñado, Extendimos nuestros brazos y encontramos, El grande amor que los dos profesamos.
Cogidos de las manos contemplamos, Silenciosamente el deseo de nuestros pensamientos, Y muy despacito nuestros cuerpos se unieron, Dejando volar libremente nuestros deseos.
Desnudos hambrientos y locos al amar en sueños, Sus manos como olas recorrían mi cuerpo, Pétalos de flores volaban como nubes en el cuarto, Perfume de ángel sabia el, y yo a aromas de recuerdos.
Con ganas hambrienta me lo devoraba a besos, Aprendí a soñar, a volar como el viento, Y a navegar en la tormenta de su cuerpo.
Ahora que ya desperté del sueño, Siento que mi vida, se quedo junto a el, En aquel fantástico y mágico sueño, En aquellos espléndidos y preciosos, Bellos y deslumbrantes ojos negros.