Amar vale la pena...
Es difícil explicarlo, pero amar vale la pena.
El simple hecho de experimentar este sentimiento puro,
te llena el alma de alegría.
Se ve el mundo desde otra perspectiva.
Cambia nuestro modo de ver las cosas y sentirlas.
Cuando hay amor en tu corazón, sientes una fuerza interior
que domina todos tus actos, una sonrisa siempre esta en tus labios
y tu mirada es profunda y dulce, para todo el que se cruza en tu camino.
Cuando hay amor en tu alma, tu cuerpo reacciona a ello y se refleja en tu piel.
Tus órganos sienten paz y armonía, a tu alrededor solo hay tranquilidad,
puedes estar en medio de una tormenta y este sentimiento
logra darte fuerzas para soportarla.
Cuando hay amor hacia tu trabajo, cada mañana se transforma
en oportunidad, te llenas de entusiasmo, se materializa ante ti
un camino invisible por el que transitas y tus ideas giran haciéndote más productivo.
Cuando hay amor en una pareja, es mucho más sorprendente.
Cada uno da al otro lo que necesita.
Se desviven por hacer sentir a su pareja feliz y a la vez,
al ver a tu pareja feliz te sientes realizado.
Cuando sentimos amor hacia el prójimo, nos desvivimos por hacer
sentir bien a la gente, por ponernos en sus zapatos,
por experimentar la alegría y el dolor de los otros.
Por dar de lo que no tenemos para hacerlos feliz.
Cuando uno siente amor a la vida es maravilloso, porque cada amanecer
es un sueño, cada atardecer es una esperanza y cada anochecer
es una dulce melodía que te lleva al mundo de los sueños con paz,
tranquilidad y recuerdos de buenos momentos vividos.
Amar vale la pena... por amor se resuelven problemas,
por amor se buscan alternativas, por amor nace un niño,
por amor curamos enfermos, por amor se transforman vidas y
por amor fue que Jesús derramó su sangre por nosotros.
Y tú, ¿Crees que vale la pena amar?