¿Cómo es posible unirse íntimamente?
Es importante el intercambio sincero de puntos de vista y de experiencias, de sentimientos y de pensamientos.
De esta forma podemos iniciar una conversación y continuarla.
La palabra es algo extraño.
Gracias a las palabras se puede aprehender lo más profundo
de nosotros mismos y comunicárselo al otro,
y lo mismo puede hacer el compañero.
Hablad tranquilamente acerca de esto y de lo otro, del tiempo y de las cosas cotidianas.
Entonces dejad que vuestra conversación se canalice hacia asuntos más profundos, hacia la búsqueda de un sentido más profundo de todo lo que os ocurre.
Así podéis llegar a ser uno solo con más intimidad.
La palabra ha sido concedida a los hombres para que puedan entrar en contacto íntimo con sus semejantes, para que les sea posible formar una comunidad, para que sean capaces de encontrar con más intimidad la misma longitud de onda.
En un cortocircuito, la palabra que debería ser alegría, apoyo y consuelo
se convierte en un arma peligrosa.
Una palabra dura, una palabra agria puede hacer daño en el corazón y dejar cicatrices.
Si sois creyentes, con toda seguridad podréis uniros el uno al otro si rezáis juntos.
La Tierra es Celestial para todos los que continúan siendo agradables con los demás, que dejan espacio al compañero.
Espacio para su propio ritmo de vida, para que él y ella puedan ser él mismo y ella misma.